Estofado de cordero con polenta
Ayer me pidió mi chica que le preparase un cordero como lo había hecho para una amiga suya esta navidad pasada, la Caldereta asturiana de cordero, pero como ya vaticinaba mi tata, soy un culo de mal asiento, así que empecé desde cero, y miren qué plato tan rico.
Le puse una guarnición de Polenta concia o taragna, porque me encanta, pero igualmente podría haberle puesto unas Berenjenas fritas, Bolitas de patata a la parisina, Cuscús instantáneo , Puré de patatas o, lo más divino, Spaetzle, Spätzle o Späzli.
Elaboración
El cordero debe estar troceado, algo que pedimos al carnicero porque en casa es poco menos que imposible.
Si pueden tomar harina, se puede pasar por esta antes de freír, si no, directamente en la olla de preparación con un fondillo de AOVE.
Cuando hayan cogido color añadimos las verduras troceadas y rehogamos hasta que estén blandas, se rocía todo con brandy ardiendo y luego con el vino blanco. Damos un hervor y añadimos el tomate. Condimentamos y ponemos a guisar lentamente hasta que la carne esté blandita, unas dos horas.
Es mejor dejarlo reposar de un día para otro porque los sabores se intensifican y compenetran.
De guarniciones, ya les he enumerado las que parecen más apetecibles.
Maridajes
Este plato admite todo tipo de vinos, preferentemente tintos de peso, como crianzas o reservas de Ribera de Duero, Rioja o Toro. Mis preferidos son San Vicente ’15, D.O.C. La Rioja, Carmelo Rodero, D.O. Ribera de Duero, Finca Terrerazo, D.O. Terrerazo, Roda I, D.O.C. La Rioja, Contino Reserva, D.O.C. La Rioja o, mi preferido, el San Román, D.O. Toro.
Pero si he dicho que admite cualquier vino es porque un Chardonnay fermentado y criando en barrica, le puede ir como un guante, sobre todo con algunas de las guarniciones como las berenjenas.