Vinos y Otras Bebidas
Hace muchos años
Marzo 2015
Afirmar que el vino está de moda sería de Perogrullo ya que no hay periódico en España que no tenga ya su sección dedicada a la crítica enológica, pero ¿saben algo de vinos todos los escriben sobre este tema, o hay más picaresca que profesionalidad?
Un servidor lleva en este mundo desde que tenía uso de razón, lo cual supone bastantes décadas, y lo viví primero desde la hostelería (en el año 1970 ya trabajaba en el restaurante de mi hermano, el Horno de San Miguel y en el 76 tuve que hacerme también cargo del de mis padres), luego desde el análisis puro (en el 82 entré a formar parte del comité de cata de la guía de vinos Gourmets) y desde el 92, como escritor y periodista especializado, actividad que sigo desempeñando en la actualidad.
Pedanterías aparte, puedo asegurar que vivido en directo el nacimiento de la España vinícola, porque, aunque llevemos elaborando vino desde la antigüedad, hasta finales del siglo XX lo que “fabricaba” en este país eran pócimas que a duras penas superarían hoy día un suspenso honroso.
Pero llegar al nacimiento de un nuevo mundo conociendo bien el anterior, te da una visión periférica mucho más rica que si has nacido ya en la era de los ordenadores. Yo empecé a colaborar con revistas especializadas e incluso en un diario, el Correo gallego, enviando por Correos mis trabajos escritos a máquina y las fotos en un carrete a revelar in situ. Hoy escribo un artículo y lo puedo enviar diagramado, con las fotos montadas en alta resolución, para que se publique unos minutos después de la redacción, por eso valoro tanto esta tecnología, porque eh sufrido su carencia.
Los jóvenes “opinadores” se la cogen con papel de fumar y hacen chistes sobre la carga de madera de un vino que en realidad está delicioso. Si probasen uno de aquellos míticos riojas del 70, sabría moderar bastante más sus exabruptos.
El mundo del vino español ha pasado en apenas dos décadas de la Edad Media al siglo XXI, y eso requiere ser digerido.
La prensa ha jugado importantísimo en la difusión de esta revolución y en la formación de los nuevos consumidores capaces de apreciar matices de calidad que nuestros abuelos ven con incredulidad.
Los vinos españoles están conquistando el mundo, pero hay bodegas que no han digerido ese éxito. Como diría mi querido compañero y maestro, Andrés Proensa, “Les ha afectado la puna, el Soroche o Mal de altura”.
Estamos asistiendo a la crónica de una muerte anunciada. La codicia de algunos bodegueros y adláteres va a provocar que la niña bonita vaya a morir antes de haberse casado. Regiones gloriosas como Jerez se están hundiendo en sus propios lodos de grandeza sin reaccionar y obrar con un poco menos de soberbia.
En esta sección reproduzco artículos publicados en las últimas décadas, una visión directa, casi más bien interna, de un mundo que he visto nacer y del estoy presenciando su dramático final.