Restaurantes informales
No vayan a pensar ustedes que estos comedores no son serios, ni por lo más remoto, incluso alguno de ellos bien podría estar entre Los Grandes Clásicos, sin embargo tienen algo más, una cierta chispa distinta, algo que impide encasillarlos bajo una determinada forma común, de ahí el nombre de este epígrafe, Los Informales, los que no comparten entre sí una misma forma.
Desde una modesta pizzería en el puerto de Gijón, con manteles de papel, donde podrán probar los mejores carpaccios y mozzarelas de España, hasta un deslumbrante comedor Art-Decó en el Oviedo antiguo, pasando por fastuosas marisquerías o modestas planchas, pero de donde salen unos pescados que el comensal jamás olvidará, todo esto lo podrá disfrutar visitando estos restaurantes.
Puede parecer un cajón de sastre y quizás lo sea, pero en ningún caso esta selección desmerece de ninguna otra.
Cada categoría es absolutamente soberana y, en este caso, sucede que la personalidad de cada establecimiento es tal, que no hay madre que los agrupe, salvo que dijésemos "Dónde comer de miedo", claro que en el resto de capítulos, también deberíamos decir lo mismo.
Dada la diversidad de ofertas que compone este epígrafe, conviene fijarse en las características de cada establecimiento porque los saltos, tanto en precio como en instalaciones, puede ser de uno a cinco tenedores o peor aún, de diez a cincuenta euros.