Recetas de Dieta
Esta sección es un pequeño avance del libro “La Dieta de la Cuchara” que próximamente colgaremos en formato PDF en esta web*
Son recetas sencillas de comida sana, porque creemos que el mejor medio de poner nuestro cuerpo en forma, es comiendo aquellos guisotes caseros que mantuvieron en pie a tantas generaciones a pesar de penurias, abstinencias y trabajos que hoy día nos parecerían inhumanos.
El concepto de esta dieta no es ningún invento revolucionario, ningún nuevo descubrimiento médico.
Partimos de una base tan simple como el “Huevo de Colón”: ¿Porqué fracasamos cada vez que nos ponemos a régimen? Pues porque al cabo de un par de meses, estamos hasta la coronilla de pasarnos el día entero pendientes de la compra y de gastar nuestras escasas horas de asueto preparando esas judías verdes que el nutriólogo nos dice que nos toca cenar.
La Dieta de la Cuchara parte del extremo opuesto: hemos diseñado una dieta a partir de una planificación doméstica que nos facilite el trabajo de cocina, de forma que con una tarde de cacerolas, tengamos listos platos para tirar medio mes.
Nuestro planteamiento no es hacer ninguna de dietas relámpago que han demostrado ser radicalmente nocivas, ya que todas ellas provocan un efecto rebote por el cual, sin dos meses hemos perdido quince kilos, al volver a nuestros hábitos, en apenas uno los habremos recuperado y hasta superado.
En “La Dieta de la Cuchara” planteamos un sistema mediante el cual podremos reorganizar nuestra alimentación de forma ordenada, solo a partir de materias primas frescas, sin ningún precocinado (suelen el origen de la mayoría de las obesidades ya que usan azúcares, grasas y harinas ultra refinadas y de la peor calidad), con lo que ganaremos en salud e iremos perdiendo peso paulatinamente, a la vez que nos divertimos y hasta movilizamos más nuestro organismo, porque, eso sí, algo de trabajo sí que exige.
Para entender mejor la idea, pinchen en Dietas y zarandajas.
Nota a septiembre de 2009: en vista de la solidaridad demostrada por los lectores hacia nuestro trabajo (véase Donaciones), me temo que tendrán que cambiar mucho las cosas en Internet antes de volver a gastar mi tiempo y mis ahorros en un libro digital.