El cordero me gusta tanto que disfruto de todos, como desde el divino y delicado lechazo castellano (animalitos sin destetar con menos de cinco semanas de vida), hasta aquellos que ya parecen ovejas. Pero claro, cada uno en su forma de guisado. Por ejemplo el lechazo debe hacerse al horno de leña, con un poco de agua y sal, mientras que uno pascual, debe guisarse en compañía de agentes que anulen el tufo a lana y ablanden la carne, como el Cordero con alcachofas.

La otra opción es esta, el Kofta (Carne picada),con el que pueden hacerse kebabs, rellenos, por ejemplo para pimientos, como el Imam Bayildi, o sencillamente albóndigas, como es este el caso (ya hay una receta de Albóndigas de kofte con crema de almendras pero que no se parece en nada).

Este es un plato netamente hindú, aunque no de diario porque, si bien el cordero está permitido por la religión, no así por el bolsillo. Allí los currys se hacen de gambas (hay a puñados en sus costas), de pollo y de vegetales, con la nueva incorporación de la patata que ha hecho furor en ese país, sin duda por su precio.

Elaboración 
Empezamos como siempre por un sofrito, esta vez solo de ajos y cebolla. Yo aproveché la zanahoria y el apio que me habían sobrado ayer de las Lentejas a la rumana con tocino de matanza., pero si no es este su caso, pues al sofrito.
Lo pasamos por el chino y le añadimos el curry (al gusto, porque a mí me gusta que lleve mucho, pero a mi chica no le gusta que pique, solo coger sabor), un puñado de anacardos y otro de pasas. A partir de ahora hay que vigilar porque la salsa se pega en lo que miras a una modelo de Victoria’s secret.
Por otro lado están las albóndigas, pero no voy a repetir la receta porque está en Kofta (Carne picada) y es tan sencilla como el mecanismo de un chupete.
Si hay celiacos, se fríen sin más o pasadas por maicena, harina sin gluten, de garbanzos, de almortas o la que más nos guste. Sin más se meten en la salsa y se dejan cocer a fuego mínimo, removiendo de vez en cuando. Este paso se puede sincronizar con el momento de servir:

De guarnición, yo diría que no hay otra como un Arroz Basmati , pero bueno, respeto los gustos personales.

Maridajes

En la India los currys se acompañan con una especie de sopa de yogur, perfumada de pepino y menta. Es muy agradable, sobre todo porque refresca la boca y se nota como un bálsamo para el estómago.
Si queremos vino sí o sí, pues hay que ir a un rosado afrutado, como Alquézar, D.O. Somontano, Clot Dels Oms, D.O. Penedés, o Gran Feudo de Chivite, D.O. Navarra.