Recetas de Sopas y Cremas

Desde la invención del fuego y sus consiguientes asados, la sopa ha sido uno de los grandes alimentos de la Humanidad, hasta que las multinacionales descubrieron la forma de hacer unos polvos de porquerías, con los que destruyeron una de las grandes facetas de la gastronomía.

Una sopa, en un país gastronómicamente civilizado como es Francia, puede llegar a ser motivo de la más alta distinción gubernamental, hasta el punto de que el 25 de febrero de 1975, el presidente de la República, Valery Giscard d’Estaing, impuso a Paul Bocuse la Cruz de la Legión de Honor, por haber creado su sopa de trufas Elysée.

Se cuenta que el gran Frédéric Delair, propietario del mítico restaurante La Tour d'Argent, inventó un puré de lentejas al que bautizó como "Potage Tour d'Argent". Se lo dio a probar con toda pompa al Gran Duque Wladimiro de Rusia, pero, al constatar que la gran duquesa seguía hablando por los codos, se acercó, le retiró el plato y le espetó:  "Alteza Imperial, cuando uno no sabe comer un plato como este, con el debido respeto, es mejor no pedirlo."

Sin embargo en España la palabra sopa es sinónimo de sopicaldo de sobre, de plato de entrada en comedores de rancho, de calienta barrigas en las casas de misericordia.

Una buena sopa puede ser uno de los platos más delicados y exquisitos de una cocina, de hecho hay recetas que se han convertido en emblema de un país, como el puré de guisantes con menta fresca y la sopa de rabo de buey, la famosa Oxtail soup.

Andy Warhol creo una de sus series de pintura más famosa pintando las latas de sopa Campbell, aunque esto ya vaya en contra de mis principios, porque su obsesión venía de un recuerdo materno cruel y es que su madre les daba de comer todos los días una lata de sopa de tomate Campbell (así salió de feo, esmirriado y mariquita).

El mundo de las sopas es infinito y durante miles de años fue remedio de enfermos, parturientas y demás personas afligidas, pero también sustento de pueblos hambrientos, como el español, que apenas si podía comer otra cosa que no fuesen gazpachos de pan con agua.

Como narrara el ilustre Don Miguel de Cervantes, extrapolando sus miserias en las carnes del hidalgo caballero D. Alonso Quijano, quién decía que dos tercios de su hacienda se le iban en comer cada día «Una olla con algo más de vaca que carnero ...»

En mi Dieta de la cuchara  hago mucho énfasis en este tipo de cocina, porque una forma muy sencilla de preparar y congelar, pudiendo con ellas hacer todo un plan dietético variado, saludable y delicioso.

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