Itsasmendi Vendimia tardía

Como no podía ser menos, Ana Martín, la súper enóloga que diseñó joyas como Gutián, Castillo de Cuzcurrita o Terras Gauda, ha sacado al mercado el primer txacolí de vendimia tardía, una travesura que ya está haciendo correr ríos de tinta (empezó en el 2001, pero hasta ahora, con esta cosecha 2005, no le ha dado bombo).

Se trata de un vino semidulce, tipo Sauternes, pero sin apenas aromas de botritis, quizás porque Ana haya querido hacer un estilo propio donde prevalezcan los aromas frutales de la uva Hondarrabi Zuri (manzana reineta y hierba fresca), por encima de los secundarios de la elaboración (si es que así pudiésemos considerar esa putrefacción voluntaria).
La verdad es que es un vino muy peculiar, que no tiene esos poderosos sabores amielados y complejos de los grandes moscateles de Navarra o Alicante, pero sí una gran personalidad que yo creo que se desarrollará mucho más con algunos años de botella. De hecho solo se elabora en aquellos años particularmente favorables para la sobremaduración en viña.
Yo hice varias aplicaciones y me resultó particularmente agradable con el hígado de pato semicocido, en terrina, y hasta en escabeche porque el dulce lo redondea muy bien, pero sobre todo me encantó con el hojaldre de manzana, un postre muy sencillo de preparar y que, en verano y con este peculiar txacolí, hará las delicias de nuestros invitados.
En España no tenemos costumbre de tomar vinos dulces de aperitivo (en Francia, en el Rousillon, este vino lo tomarían de aperitivo con anchoas y aceitunas negras, y estaría de muerte), pero sí después de comer, como copa después del café, y este txacolí supera la prueba con sobresaliente.
Además, está de moda y si es usted un pijo de esos que quieren estar a la última, aunque sea de Bilbao, hay que probarlo :-)