Restaurante Los Nogales

Este es uno de esos lugares que los foráneos ven con tal perplejidad que raya en el excepticismo, porque encontrarse en medio de un monte, perdido de la mano de Dios, un restaurante que puede vender tranquilamente doscientos bogavantes en un servicio, es como para verlo y no creerlo.

Habré ido mas de cien veces y, en todas las ocasiones, me he perdido.
Pensarán que soy imbecil y quizás no les falte razón, pero cuando intenten llegar y se encuentren pidiendo ayuda a voces por los mil vericuetos de los montes de Santurio, ya se acordarán de lo que digo.
Es una de las marisquerías mas concurridas del concejo, lo cual es mucho decir, porque en esta tierra se sabe un rato de peces y crústaceos. De hecho puede que sea la preferida a la hora de elegir parrilladas descomunales, porque esa es la verdadera especialidad de José Miguel.
Al estar en lo alto de un monte, las vistas son soberbias, por lo que les recomiendo que vayan de día, ya que la decoración no es precísamente la que yo eligiría para pagar 100€ per cápita, porque hablando de marisco del Cantábrico, la fiesta se paga.
En la foto he puesto un bugre sin la concha, pero solo porque es un marisco que tiene todo el año, pero sus almejas al ajillo son una pasada y, cuando los hay de verdad, sus percebes suelen batir records.
De todas formas, repito, éste es mas bien un sitio para dejarse aterrorizar por la magnitud de sus parrilladas, tanto de pescado, marisco o mixtas.
También son famosas sus paellas, pero a mí, el arroz me gusta a la valenciana, con verduras y pocos tropiezos.


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