Hotel Restaurante Palacio de Cutre
La Goleta - Villamayor. Infiesto. Tel. 985 708 072
 | 40 |
 | 3 sobre 5 |
 | Propio |
 | Navidad |
 | No cierra nunca |
No se asusten al ver el nombre, llegar allí es mucho peor aún, eso sí, una vez aparcados bajo los centenarios robles, todas las penas se olvidan porque es un paraje de ensueño.
No voy a esforzarme en describir el lugar, el paisaje, la casona, sus vistas, su capillina, o sus robles, porque todo lo que dijese quedaría nimio al lado de la realidad, sólo recomendarles que se lo tomen con calma, porque después de una suculenta comida, el lugar se merece una siesta en el salón verde y si van de noche, mejor, porque además de cenar, casi lo más formidable, es dormir en una de sus coquetas habitaciones y desayunar viendo el valle de Villamayor.
El gusto de Alejandra es difícil de encontrar en ninguna parte del mundo porque no creo que exista ningún Relais et Château tan elegantemente decorado, pero es que además el palacio en sí, ya es una pasada.
Su cocina no es propiamente de autor porque Tomás ya fue estrella en El Palacio de Gaudí (cuando aquella casa estuvo en su plenitud) y ahora diseña platos más conservadores, pero todo el ambiente recuerda más este tipo de locales, que a un clásico. Además de que el hecho de estar en pleno monte, ya le confiere cierta originalidad, más propia de estos jóvenes cocineros locos que prefieren abrir su comedor de superlujo en un pastizal, en vez de hacerlo en el centro de una gran capital.
Su concepto barroco de cocina hace que el otoño, con sus setas y caza, sea el momento más brillante para acudir a degustar su cocina en unas jornadas que celebran, cada año con más y más éxito.
Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Dramas y comedias de la Hostelería.
No voy a esforzarme en describir el lugar, el paisaje, la casona, sus vistas, su capillina, o sus robles, porque todo lo que dijese quedaría nimio al lado de la realidad, sólo recomendarles que se lo tomen con calma, porque después de una suculenta comida, el lugar se merece una siesta en el salón verde y si van de noche, mejor, porque además de cenar, casi lo más formidable, es dormir en una de sus coquetas habitaciones y desayunar viendo el valle de Villamayor.
El gusto de Alejandra es difícil de encontrar en ninguna parte del mundo porque no creo que exista ningún Relais et Château tan elegantemente decorado, pero es que además el palacio en sí, ya es una pasada.
Su cocina no es propiamente de autor porque Tomás ya fue estrella en El Palacio de Gaudí (cuando aquella casa estuvo en su plenitud) y ahora diseña platos más conservadores, pero todo el ambiente recuerda más este tipo de locales, que a un clásico. Además de que el hecho de estar en pleno monte, ya le confiere cierta originalidad, más propia de estos jóvenes cocineros locos que prefieren abrir su comedor de superlujo en un pastizal, en vez de hacerlo en el centro de una gran capital.
Su concepto barroco de cocina hace que el otoño, con sus setas y caza, sea el momento más brillante para acudir a degustar su cocina en unas jornadas que celebran, cada año con más y más éxito.
Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Dramas y comedias de la Hostelería.