Restaurante La Huertona

En la pasada edición, al ser la primera, pedía disculpas por adelantado a sabiendas de que algún gran comedor se me habría quedado en el tintero, bien, pues sin duda alguna, este es uno de ellos, porque no existe otra justificación posible a su falta.

A la vista del plato que reproducimos y del perfil de todos sus entrantes, este comedor debería estar en el apartado de Cocina de Autor, sin embargo José tiene una idea muy clara: «Hacer mariconaditas de entrada es divertido y los clientes lo aprecian, pero siempre y cuando después, se les sirva un plato en serio».
La progresión de esta casa ha sido como aquellas películas del Oeste en que unos pobres colonos iban poco a poco levantando una casita de troncos y plantando hileras de maíz para sobrevivir, hasta convertir su propiedad en un magnifico rancho. Paso a paso José fue reconvirtiendo un viejo chigre /tiendona, hasta llegar al actual comedor que, sin definirlo de lujo porque daría una falsa idea de pretensión de la que José huye, sí podemos afirmar que es de los más agradables del Principado, no sólo por sus instalaciones, si no también por sus apacibles y bucólicas vistas sobre la parte alta de la ría y sus viejos huertos.
Su cocina es actual, con entradas simpáticas y hasta brillantes, como unas anchoas con culis de tomate y taquitos de queso y naranja, realmente logradas, pero sus segundos son realmente serios, tradicionales, contundentes, para comer como Dios manda.

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