Restaurante El Jornu

“¿No te sirve la de la guía anterior?”, me respondió Elías cuando le pedí hora para fotografiar alguno de sus actuales platos. Con eso creo que queda todo dicho.

Como decimos por aquí: “Mariconadas, las justas”. Elías tiene su propia línea y, como así le va más que bien, pues vale.
“Para dar pescado fresco, bueno y a estos precios, no se puede uno andar con filigranas” nos cuenta, del mismo modo que advierte a sus clientes si esa roballiza es de cacea o de piscifactoría, porque en su casa hay pescados de las dos clases, lo cual no está mal, siempre y cuando se deje claro, como hace él de viva voz y hasta dejándolo claro en el precio, porque una lubina rulada en Llanes cuesta mas del doble que la que viene de Huelva y no todo el mundo está dispuesto a pagar esa burrada de dinero (yo personalmente prefiero comer un día pescado del Cantábrico y el resto de la semana lentejas, pero para gustos se hicieron los colores y hay mucho turista que con oler a mar y a pasto, ya les saben bien hasta los langostinos saharáuis).
Su cocina es simple, tanto como se ve en la foto, pero es que para dar un buen punto durante los aluviones que tiene cada fin de semana y en vacaciones, no se puede uno andar con rebuscamientos y, como ya apunté antes, aquí se busca mas materia prima que cocina y, si ésta es tan buena, pues casi mejor tocarla lo menos posible.
Los fines de semana y en periódos vacacionales, conseguir mesa resulta una aventura, pero en días de diario se puede comer relajadamente, incluso disfrutando de sus anécdotas como stewart en los cruceros de lujo de la Cunard Line.


Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Dramas y comedias de la Hostelería.