Pastel de papas.
Mi chica, que vivió el suficiente tiempo en Santiago como para sentirse un poco chilena, afirma que esta es una receta de ese país, aunque los argentinos, como más y están más repartidos por el mundo, se la hayan apropiado.
Podemos decir que se trata del “Cottage pie”, una de las principales especialidades del ralo y miserable recetario inglés, pero del que se sienten tan orgullosos como nosotros de la paella, los franceses de su foie-gras, los italianos de los Spaghetti, o lo griegos de la Moussaka.
“Cottage pie” quiere decir pastel de rancho, y así se vio en España durante décadas, porque, después de la Guerra civil, durante las hambrunas de los cuarenta y cincuenta, los recetarios de la maldita Sección femenina, describían esta receta que aún se mantiene en comedores tan populares como el de la famosa Nueva Allandesa.
Cada país de América del Sur tiene su propio pastel, en Argentina con uvas pasas, aceitunas y huevos duros; en Chile la carne se cubre de rodajas de patatas cocidas, pero no en puré; en Costa Rica le ponen ajo, cebolla, chile dulce, orégano, salsa Lizano (parecida a la Perrin’s) y tomate; en Perú no lleva relleno, solo lonchas de patata ligadas con un batido de leche y huevos; y en Uruguay donde le ponen carne, anís, leche, huevos y abundante queso. Primero se coloca una capa de papas, luego una de queso, luego la carne y luego una mezcla de leche y huevos, para terminar con una segunda capa de papas.
ELABORACIÓN
Empezamos por preparar el pino, para lo que cortamos la carne picada en cubos quese salteanen una sartén con unas gotas de AOVE.
Agregamos la cebolla picada, el ajo molido y condimentamos con comino, pimienta y sal.
Revolvemos bien y agregamos las pasas y un poco de caldo de carne. Bajamos el fuego y dejamos cocinar unos 10 minutos. Una vez listo dejamos reposar en el refrigerador al menos un par de horas para que los sabores se integren bien. También podemos prepararlo la noche anterior y quedará aún más rico!
Para el puré : Lavamos, pelamos y cortamos las papas en laminas gruesas y cocemos al vapor hasta un estén blanditas. Agregamos la leche, la mantequilla y condimentamos con pimienta y sal a gusto. Para armar el pastel: Repartimos el pino en un molde grande para horno, con las aceitunas, los huevos y tapamos con el puré.
Un rato antes de servir, se gratina al horno poniendo una generosa capa de mantequilla en la superficie.
MARIDAJE
La riqueza enológica de este país es tan variada que, con un plato tan dócil, podemos hacer filigranas, desde meter un un perfumado blanco joven de Gewürztraminer o Sauvignon blanc, hasta un colosal reserva del Maipo, como el Antiyal. De uvas Cabernet Sauvignon, Carmenere y Syrah.
No les voy a aconsejar el Almaviva de bodegas Rothschild, porque cuesta la friolera de 154€/bot, pero hay un Montsecano de Pinot Noir, con muy altas puntuaciones y a menos de 40€/bot.
Si quieren algo auténtico y sin pegarle un palo al presupuesto, les recomiendo el Huasa de bodegas Clos Ouvert, el vino más representativo del país ya que es un monovarietal de uva Huasa (también llamada uva País, Mission y Listán prieto) y en España cuesta 12,50€/bot.