Ensalada de perejil con almendras
Publicado en el libro La Cocina masónica, año 1997, Alianza Editorial. Ahora disponible también en verisón PDF, en español, francés e inglés.
INGREDIENTES (4 personas)
Un manojo hermoso de perejil bien fresco y erguido.
50 o 100 grs. de almendras peladas y fritas con sal.
Aceite de oliva virgen, sal, sésamo natural, limón y pimienta negra.
A pesar de ser la planta aromática mas utilizada en el mundo, sobre todo en lo que acostumbramos a llamar cultura occidental, a nadie se le ocurre preparar una ensalada solo con sus hojas, y sin embargo son una auténtica delicia que nunca falta en los mezzés ni en ninguna buena mesa de oriente medio, ya sea libanesa, turca o iraní.
Su sabor es muy vigoroso y refrescante, quizás por eso los griegos le atribuyesen la virtud de alegrar el humor de los comensales y así, en los banquetes mas festivos, se adornaban sus cabezas con coronas de perejil.
Elaboración:
1. Lavámos el perejil con abundante agua. Incluso, como que se va a comer crudo y si no sabemos donde se ha recolectado, conviene dejarlo unos minutos a remojo en un barreño con agua fría y unas gotas de lejía. Luego se aclara y ya está listo. Los que vivimos en el campo sabemos el motivo de tantas precauciones.
2. En una tabla se pican minuciosamente a cuchillo todas las hojas, dejando fuera los tallos. Es importante hacerlo así para evitar que se escape el jugo ya que si las triturasemos en una picadora, haríamos una pasta repugnante y, curiosamente, de sabor amargo.
3. Del mismo modo picamos las almendras y mezclamos en seco ambos picadillos. Luego se aliñan con aceite, limón, sal y pimienta, y ya está lista para ponerla en una fuente rabanera haciendo la forma que mas nos convenga.
4. El adorno mas tradicional es sembrar unas semillas de sésamo por la superficie, aunque hoy día en todo oriente medio es habitual añadir unos trocitos de tomate picado. Es un producto foráneo pero acompaña muy bien y el contraste de colores resulta espectacular.
Variantes del plato:
Evidentemente se pueden cambiar algunos ingredientes como las almendras por avellanas, anacardos o pistachos, pero quizás lo mas recomendable sea aconsejar una presentación distinta a la tradicional:montada sobre hojas de endivia, como si fuesen barquitas, así la frescura de su sabor se ve aun mas reforzada por el amargor de la achicoria. Pero la mejora más sustancial es la menta fresca. Si picamos el perejil al 70% con hojas de menta fresca, el resultado es espectacular, delicioso, una viaje hasta el Bagdad de las Mil y una noches en cada bocado.
Libaciones:
Forma parte del mezzé y no tiene porqué llevar ninguna bebida especial. En aquellos países se suele acompañar de te, raitas o agua de limón, pero si quieren meter un vino, el más aconsejable es un rosadito afrutado, como Alquézar,D.O. Somontano, Clot Dels Oms, D.O. Penedés, Gran Feudo de Chivite, D.O. Navarra, Hiriart élite, D.O. Cigales o Hito, D.O. Ribera del Duero.
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