Ensalada de espaguetis negros
En realidad se trata de una aplicación de la Spasara, pero preparada con spaghetti nero, una especialidad que apenas tiene un sabor diferente, porque la tinta de la sepia es muy insípida, pero sí resulta muy impactante, sobre todo cuando lleva encima una salsa casi blanca, como es la mahonesa, y taquitos de hortalizas de colores.
La receta
En realidad basta con cocer los espaguetis según las indicaciones del fabricante y hacer la salsa.
Esta consiste en hacer un picadillo de las hortalizas al tamaño de guisantes, excepto la zanahoria que, siendo mucho más dura, conviene rallarla en grueso porque aporta más sabor.
¡Ah! Y el huevo duro, que también hay que picarlo finito.
Luego añadimos la mahonesa que debe hacerse con vinagre de sake y aceite de soja, aunque si lo hacemos con oliva y Jerez, estará tan rico o más ya que sabrá a sol de Andalucía.
Hay que remover bien antes de poner los espaguetis.
Añadimos estos y volvemos a remover bien.
Veremos que queda como excesivamente líquido, pero cuando se enfríe y la pasta absorba el aliño, quedará compacto.
Aplicaciones
Tal cual es una deliciosa entrada para el verano, además, si usamos los espaguetis negros, es muy original, además de sencilla y económica.
Yo la preparo como guarnición del sashimi, como ven en la foto de la derecha, pero ese mismo día la cené con unos taquitos de caballa al ajillo (estamos gozando de una formidable temporada de caballas gigantes a precio de risa), muy agradable.
Donde puede hacer estragos es esas meriendas de fútbol en que ponemos una mesa llena de chucherías (digo yo, porque no soy aficionado a ese negocio), sobre todo para el ama de casa, que verá como los amigotes gorrones no se atiborran de jamón ni anchoas, y de paso se ponen perdida la camisa de mahonesa (conviene retirar la alfombre del salón).