Ensalada de bonito casero con salsa de mostaza

Ni que decir tiene que esta ensalada tan sencilla se puede preparar perfectamente con un buen bonito envasado industrialmente, sin embargo aprovecho la sencillez del plato para describirles una forma muy sencilla, práctica, económica y sobre todo exquisita, de preparar nuestra propia conserva.

Para prepararla les recomiendo que si no lo han leido aun, vuelvan al prólogo y allí encontrarán la forma de descuartizar estos deliciosos peces, logrando un máximo aprovechamiento y por tanto una buena rentabilidad doméstica.

Puesta en marcha:  

1. Limpieza: Se sacan los lomos superiores del bonito tal y como se describe en el apartado "bonito, boquerones y sardinas", penúltimo tema del prólogo de este libro.
Deben quedar limpios de espinas y piel, y luego cortarse según el tamaño del frasco de cristal que vayamos a usar, yo suelo hacerlo en frascos de dos litros, con lo que puedo envasar troncos de 30 cm, una maravilla.

2. En una cazuela, a ser posible de barro, se pone vinagre y vino blanco en proporción de una de vinagre por dos de vino, laurel, clavo, pimienta negra en grano, la cabeza de ajo entera, cebolla cortada en rodajas gruesas, una rama de canela, orégano y sal, se introduce el bonito y se lleva a ebullición, cuando rompe a hervir se deja cocer cinco minutos y se apaga el fuego dejando reposar el guiso en sitio fresco hasta el día siguiente.

3. Para terminar la preparación sacamos los troncos de bonito y los colocamos ordenadamente en el tarro, con o sin las especias con que coció, según los gustos, luego se cubre hasta arriba de aceite de oliva refinado, o virgen también va en gustos, se cierra el tarro y se sumerge en una olla con agua donde se pondrá a cocer al baño maría durante diez minutos, y al cabo de quince días estará ya en sazón pudiendo conservarse varios meses sin problemas.

4. Para hacer la ensalada preparamos una mahonesa con aceite virgen, limón y mostaza en grano, no se preocupen si queda un poco líquida, es normal al usar este tipo de aceite.

Terminación del plato:  

Bien sea en cada plato o en una bandeja común, pondremos una cama de lechuga cortada en juliana fina, sobre ella un lecho de cebolla cruda cortada en laminas casi transparentes, y sobre ella los trozos de bonito tal cual salen del tarro, o partidos a mano.
Se rocía todo con la mahonesa de mostaza, y se puede adornar con cualquier hortaliza porque con este plato todas combinan bien: rabanitos, tomates baby, figuritas de zanahoria yo remolacha, bolitas de patata cocida, etc.

Guarniciones: 

Para mi donde esté un buen pan que se quiten todas las cursiladas esa prefabricadas de tostiletes, crakers, etc., sin embargo y si hay invitados finos, se puede poner una cestita con pan tostado al ajo servido cubierto con una servilleta de hilo bordada, es muy práctico porque así cuando las señoras invitadas caigan en la irresistible tentación y engullan una de ellas, después estarán toda la tarde repitiendo el ajo y apestando como un peón caminero.

  Vinos recomendados:  

No es precisamente un plato que requiera un vino determinado, cualquier blanco puede servir, incluso un tinto joven frío puede servir si por ejemplo armoniza mejor con el segundo plato. Lo mejor: un buen cava.

Menús sugeridos: 

• - Ensalada de bonito casero con salsa de mostaza
• - Rosbif con espárragos verdes
• - Cristal de limones

Bocadillos y canapés de bonito

A partir de una masa preparada con un poco de este bonito mezclado con salsa mahonesa, podemos preparar una variedad interminable de deliciosos bocadillos y canapés, he aquí algunas sugerencias:
- Se pone una cucharada de masa sobre una rebanada de pan tostado al ajo y encima cualquier cosa, un trozo de chile en escabeche, un pimiento de piquillo, unas rodajas de aceituna rellena, de huevo duro, etc.
-También se pueden poner calientes, simplemente se meten al grill hasta que tome un bello color dorado y es un bocado exquisito y original

Otras ensaladas de bonito

A partir de un bonito se pueden hacer locuras. Con la ensalada pipirrana (ver receta de choquiños) está formidable, con salsas frías como la tártara o el alioli, incluso con alguna más sofisticada como las descritas en la receta de la langosta, eso sí, conviene siempre poner algún vegetal como tomate o lechuga que aligere el plato porque el bonito es bastante consistente.

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