Borona preñada
Publicado solo en gallego en el libro A Cociña do Inverno, de la colección Cociña Galega das Estacións, año 1995 como variante de la receta: Empanada de boroña
Esta receta es solamente recomendable para los amantes de la boroña, y con estómagos a prueba de bombas.
A mí me vuelve loco pero reconozco que es importante contar con un horno de leña o al menos una cocina económica.
En mi pueblo, Cangas de Onis, en vez de poner una bandeja de horno, se usan latas de dulce de membrillo, de esas grandes de cinco kilos, forradas interiormente de hojas de castaño, y no se si será sugestión o qué, pero tienen un perfume inigualable. Si vienen por el Oriente de Asturias, aquí se llama Boronchu preñau.
Elaboración:
En este caso se prepara la masa del mismo modo pero en mayor cantidad y en el interior en vez de poner una zaragallada ya cocinada (ver Empanada de boroña), se ponen los ingredientes del compango de un cocido en crudo.
Asi podemos poner un trozo grande de costilla fresca, unos buenos trozos de tocino desalado, unos chorizo y unos trozos de lacón precocido.
Se cierra el pastel procurando que no quede aire en el interior y se pone en el horno.
Como ya dije es importante disponer de una cocina de leña pero de lo contrario, en este caso cuando se sube el fuego hay que hacerlo con cierta mesura para que queden bien cocidos los ingredientes del interior.
Así se puede poner media hora a 150ºC, otra media a 200ºC y si aun no ha quedado cocida y dorada por la superficie, entonces ya se sube al máximo y se espera hasta que se tueste.
Para comerlo se quita con un cuchillo la tapa y se van comiendo los trozos de masa con la carne encima.
Un vino para cada plato
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