Pitu al albariño
Con esta sencilla receta podemos epatar a esos primos tan finos que han venido a pasar unos días a Asturias, y si encima les contamos que, según algunos historiadores, la uva Albariño es la Riesling traida por los monjes de Cluny a Galicia en el siglo XII, y según otros, viceversa (aunque los ampelografos digan lo contrario), pues ya habrá un tema de conversación en torno al plato, lo cual siempre aporta mucha magia.
La receta
Como digo en la entradilla, de la receta original alsaciana he cambiado la mantequilla por el aceite, y he retirado la nata, por lo que hay que usar mucha cebolla para que nos ligue bien la salsa.
Como los pollos de aldea son bastante grandes, una vez limpio y bien chamuscado por todas partes, vamos a partirlo en cuatro (por lo menos) para nos quepa en la cazuela.
* Coq au Riesling
Para los mas ortodoxos he aquí la receta original alsaciana.
El pollo se prepara igual pero se dora en mantequilla en vez de aceite.
Una vez dorado se añaden media docena de echalotas finamente picadas, y flamea, pero con Cognac en vez de Brandy.
Una vez así se añade media bandejita de champiñones troceados (en la receta anterior no puse los champiñones, además de porque se me olvidó, porque cuando la hice no los puse, y no estoy seguro de que estos, aunque aportan un sabor muy rico en matices y muy agradable, no distorsionen los perfumes florales del Albariño, que en definitiva es de lo que se trata. Lo que sí puse fue dos melocotones en el interior del caparazón, pero aquí lo describo en cuartos, pues no hay forma de meterlos), se moja con el vino (1/2 litro), y se deja cocer hasta que quede blando.
Para terminar se retiran los trozos pollo, se incorpora 1/4 litro de nata, y se bate la salsa hasta que ligue (en algunas recetas incluso le añaden mas mantequilla y harina, pero eso ya me parece excesívamente indigesto y contrario a las buenas costumbres).
A partir de ahí se sirve cubierto de salsa, y con champiñones de guarnición.
Ya saben que no soy partidario de acompañar ningún plato con el vino con que se ha cocinado ya que esto hace que se eclipsen los aromas de la salsa, pero los grandes albariños funcionan de locura con las aves de corral, especialmente con estos pollos. Una alternativa es probar con otra uva, por ejemplo la godello o incluso una chardonnay, como el Castillo de Monjardín, un vinazo que con este bicho nos dejará un recuerdo imborrable.
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