Fra Guerau Reserva
Fra Guerau
Bodega: Fra Guerau
DO: Montsant
Uvas: Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot, Garnacha, Cariñena y Tempranillo
Crianza: 14 meses en roble francés y un año de bodega
P.V.P.: 12 €
Extracto del libro La Bodega en casa y sus maridajes, del que pueden ver más pinchando en +
Un tinto del Montsant
A punto de ser integrada en el poderoso Priorato, esta región decidió que sus vinos tenían una personalidad única y que ese el camino a seguir. Hoy ya son muchos los aficionados que, cansados de los desproporcionados precios de los grandes Prioratos, han apostado por conocer más fondo esta otra D.O., y cada día son más los vinos de calidad que se van incorporando a las bodegas privadas y de restaurantes de toda España.
Es una zona montañosa, en forma de “C” abierta hacia el Mediterráneo, por lo que hay muchos microclimas y diversidad de vinos que cambian de carácter según su orientación, aunque quizás lo más destacado es la gran variedad de uvas que suelen usarse para hacer cada vino.
Como pueden ustedes comprobar, la diferencia de precios entre este vino reserva y un Priorato medio es abismal, por lo que bien podemos permitirnos incluir este vino en nuestra bodega aunque solo sea como vino de debate, porque es una de las actividades más divertidas para los buenos aficionados: abrir una botella original y entablar una conversación entorno a este vino.
Notaremos ese marcado carácter mediterráneo, con taninos muy maduros que junto a las golosas Garnacha y Syrah, hacen que lo primero que se perciba es su carnosidad, pero poco a poco irán apareciendo las notas del bouquet, con regaliz y hasta alguna nota floral, quizás las violetas propias de la Merlot.
Con qué disfrutar de este vino
Presa de cerdo ibérico al Teriyaki (ver receta)
Puede resultar un poco rebuscado el plato, pero como tampoco comer con un Montsant reserva es algo que podamos catalogar como algo familiar (al menos fuera de Tarragona), pues no creo que resulte descabellado. Sobre teniendo en cuenta la exquisitez del plato, la buena armonía que hacen ambos productos y que cada vez somos más los adeptos a la cocina japonesa que hacemos nuestros pinitos en casa. Además este plato es muy fácil de preparar y hasta puede servirse como picoteo en una comida informal.
Es importante que la carne esté muy poco hecha, por lo que es imprescindible la garantía de calidad sobre la raza del cerdo, porque el cerdo blanco poco hecho es incomible e indigesto, mientras que el auténtico ibérico es como el buey, y ahí es donde entra en juego el maridaje, porque es un vino de mucho carácter y necesita una comida en esta línea, para hacer contraste con la grasita del cerdo.
No obstante este es un vino que acepta otros muchos maridajes, por ejemplo con quesos curados o con patés de caza, el contraste es espectacular.