Equus
Bodega Viña Santa Marina
Tinto madera
V.T.: Tierra de Extremadura
Añada: 2001
Uvas: 85% Tempranillo, 10% Cabernet, 5% Syrah
Crianza: Tiene barrica pero sin determinar.
Precio: 3,90.-
Temperatura de servicio: 15ºC
Tinto madera
V.T.: Tierra de Extremadura
Añada: 2001
Uvas: 85% Tempranillo, 10% Cabernet, 5% Syrah
Crianza: Tiene barrica pero sin determinar.
Precio: 3,90.-
Temperatura de servicio: 15ºC
Por si tuviesemos poco con la D.O. Ribera del Guadiana (seis subzonas que nada tienen en común, salvo que entre todas no hay un solo vino destacable), encima los hay que van por libre y, para colmo, son los buenos.
Les falta mucho por andar, de hecho si ven su web (http://vsantamarina.com), parece que hacen vinos para menú del día, con frases como Con la experiencia reunida por sus fundadores o Excelente en el aperitivo, un buen jamón, quesos..., en vez de decirnos qué tipo de barrica han usado y por cuanto tiempo, porcentajes de uva, etc.
Pero bueno, lo cierto es que, con ese precio, bien podemos pasar por alto ciertos matices, porque el vino está realmente delicioso.
Tienen otro más pretencioso, el Miraculus (los nombrecitos se las traen), pero precísamente le falta esa espontaneidad que para mí es la mayor virtud de este vino.
Es alegre, complejo, cálido, diferente.
Me recuerda mucho los grandes Chiantis, con esa problemática boca en la que, según el trago y el bocado, unas veces salen los tostados de la madera, otras la calidez de la Syrah, otras el picante Cabernet, pero el conjunto está integrado por la Tempranillo.
Les falta mucho por andar, de hecho si ven su web (http://vsantamarina.com), parece que hacen vinos para menú del día, con frases como Con la experiencia reunida por sus fundadores o Excelente en el aperitivo, un buen jamón, quesos..., en vez de decirnos qué tipo de barrica han usado y por cuanto tiempo, porcentajes de uva, etc.
Pero bueno, lo cierto es que, con ese precio, bien podemos pasar por alto ciertos matices, porque el vino está realmente delicioso.
Tienen otro más pretencioso, el Miraculus (los nombrecitos se las traen), pero precísamente le falta esa espontaneidad que para mí es la mayor virtud de este vino.
Es alegre, complejo, cálido, diferente.
Me recuerda mucho los grandes Chiantis, con esa problemática boca en la que, según el trago y el bocado, unas veces salen los tostados de la madera, otras la calidez de la Syrah, otras el picante Cabernet, pero el conjunto está integrado por la Tempranillo.
Como la mayoría de estos vinos que están a medio hacer, conviene dejarlo bastantes horas abierto para que se oxide un poco, redondeando los sabores y haciéndose un poco mas goloso, mas carnoso, mas redondo, en definitiva, mas vino. Es uno de los más indicados para acompañar un buen chuletón de vaca, como los del Asador de Abel, porque alegra los bocados, puede con la grasa y no se achica en absoluto, al contrario, crece.