Espinacas a la crema con huevo poché
Hace años se me ocurrió que, si el famoso plato se llamaba “Espinacas a la crema” ¿Porqué siempre se hacía solo con bechamel?, así que probé con nata líquida y, después de un buen rato de cocer y remover, me salió un delicioso plato de “Espinacas a la crema de verdad”. Otro día se me ocurrió combinar este invento con las espinacas a catalana, o sea, salteadas con piñones y pasas, y así lo hice, preparé las tradicionales y les añadí la nata líquida, dejé reducir “et voila”, un delicioso plato sabroso y perfumado.
Hoy lleva una vuelta de tuerca más, porque lo monté sobre una galleta de polenta y con un huevo poché encima, para que al cortarlo saliese toda la yema, aportando aún más cremosidad y sabor al plato.
Elaboración
De la polenta no voy a repetir la receta porque ya la hemos hecho cien veces, de modo que par los novatos,, les indico que vayan a Polenta concia o taragna y allí la tienen detallada.
Pasamos a las espinacas. A mí no me gusta cocerlas, así que las pongo directamente en la sartén a fundir. Mi chica compró unas espinacas en bolitas, muy cómodas porque se descongelan en nada. Mientras salteamos los piñones para que cojan más sabor, y metemos las pasas a remojo en un poco de moscatel.
Cuando se puedan cocinar, ponemos los piñones y las pasas, así como la nata. Se pone a fuego fuerte y, cuando hierva unos minutos, se baja un poco para que se hagan más lentamente hasta que queden en consistencia de crema.
Ahora vamos con los huevos, el hueso de la receta. Buscamos una tacita de café y metemos un trozo de papel film. Echamos un huevo entero y cerramos el paquete dándole unas vueltas, procurando que salga todo el aire, se atan con un cordelín de cocina y reservan. Ponemos a calentar un cazo con agua y, cuando hierva, se sumergen las bolsitas de huevo, poniendo una pinza en cada cordelín para que no se cuelen. Contamos 4 minutos y las sacamos a un bol con hielo para parar la cocción.
Montamos los platos poniendo en la base una galleta de polenta, encima las espinacas y para rematar, un huevo en cada una.
Se puede adornar con un poco de cebollino picado, unos aritos de puerro o unas limaduras de piel de limón.
Maridajes
Repito mi letanía, con los vegetales solo funcionan bien los rosados. Pero para rizar el rizo, les voy a aconsejar mis preferidos que viene de la zona de Venecia, a saber Maschio, DOCG Conegliano Prosecco, Venecia, Raboso rosé Spago, IGT Venezia y los de la bodega Maschio del cavalieri, que tiene una colección donde elegir. Todos son golosinas ideales para acompañar todo tipo de vegetal.