Huevos pochés con sobrasada sobre crema de espinacas
Para ser más exactos, debería llamar a este plato Huevos caseros pochés con sobrasada artesana D.O. Mallorca, sobre crema de espinacas, pero es un poco largo, aunque es importante reflejar estos productos, que no son fáciles de encontrar. En primer lugar están los huevos, porque yo que no les doy demasiado aprecio, de esta forma, en poché, la diferencia entre los de casa y los industriales es radical. Mi suegro tiene gallinas que pastan libremente por el monte, así que en casa no entran otros, y así, saben espectaculares.
También está la sobrasada artesana de porc negre con D.O. Mallorca, una delicia que no tiene nada que ver con las industriales. En Asturias tenemos dos tiendas gourmet que las tienen, Coalla Gourmet en Gijón y La Colosal en Avilés, pero en Internet hay varias tiendas “on line” que te las sirven y son formidables.
Elaboración tiene algún truco. Hay que lavar bien las patatas para que la piel no tenga tierra ni porquerías porque las vamos a cocer con las espinacas. En un cazo de agua con sal, las ponemos a hervir unos veinte minutos. Metemos las espinacas para que descongelen y comprobamos que las patatas estén blanditas por el interior. Se dejan enfriar y escurrimos las espinacas hasta que no les quede un ml de agua. Este es secreto. Cuando podamos manipularlas, se pelan y se parten para meter en el vaso de la picadora, junto con las espinacas, la mantequilla, la nata, el zumo de ½ limón, abundante pimienta negra y una pizca de nuez moscada.
Trituramos y reservamos.
Para los huevos, cogemos un bol y ponemos un trozo de papel film. Se pinta de aceite para facilitar el despegado el huevo y ponemos una rodaja de sobrasada, cascamos el huevo encima (con cuidado de no romper la yema), una pizca de sal, y cerramos haciendo un hatillo que sujetamos con un cordelín de bramante. En una olla con agua hirviendo, metemos los huevos sujetando el rabillo con una pinza a la pared. Mientras, ponemos otra olla con agua fría y cubitos de hielo, así cortaremos la cocción de cuajo.
Dejamos cocer cinco minutos de cronómetro, sacamos las limosneras y sumergimos en el agua helada.
En platos calientes, ponemos un par de cucharadas de crema de espinacas y encima un huevo poché (si da la lata, se pueden sacar con la ayuda de una cuchara).
Para estar en su punto, la clara ha de estar cocida y la crema completamente cruda, de ahí en control exhaustivo del tiempo.
Maridaje
El mayor problema es la sobrasada, porque la crema de espinacas y el huevo, soportar bien cualquier vino, pero la sobrasada arrasa todos los tintos, aunque si es artesana, es bastante suave.
Lo más agradable es un blanco con crianza, como Otazu, D.O. Navarra, Castillo de Monjardín Chardonnay reserva, D.O. Navarra, Guerrilla Chardonnay, VT Valles de Sadacia, La Rioja, Hacienda López de Haro Blanco Barrica, D.O. Rioja, Louro, D.O. Valdeorras,El Transistor Verdejo, D.O. Rueda, Jean Leon 3055 Chardonnay, D.O. Penedès, Nekeas Chardonnay Cuvée Allier, D.O. Navarra, Barón de Ley 3 Viñas Blanco Reserva, D.O. Rioja, o Marqués de Riscal Limousin, D.O.Rueda.