Falso Caldo
La historia empezó con una Polenta concia o taragna. Contaba con preparar un plato montado sobre una galleta de esta polenta, cuando vi que no quedaba Caldo de pollo con verduras, gran drama porque mis polentas están insuperables por este ingrediente, pero a grandes males grandes remedios, así que eché mano de lo que tenía por la nevera para hacer algo que aportase sabor. Cuando lo terminé, me pareció tan rico que, no solo me serviría de caldo base, sino incluso para tomarme una tacita a media mañana, porque estaba para resucitar a un muerto.
Lleva muchas cosas, todas sustituibles, pero la elaboración es muy sencilla.
Elaboración
Cortamos el tocino en tiritas y lo ponemos a dorar en AOVE.
Pelamos las zanahorias, las cortamos en una brunoise fina y las ponemos a freír, con el tocinito. Cuando empiecen a dorarse, añadimos los puerros cortados en laminitas. Apenas debe colorearse, y cortamos la fritura con un vasito de vino blanco y la salsa de soja. Incorporamos el tomate, rehogamos y ahogamos con un litro de agua y las especias.
Dejamos cocer un cuarto de hora y listo. Se puede pasar por un colador recogiendo la pulpa que escurre, está más sabroso, pero da más curro.
¿Caldo de verduras? No, porque lleva tocino. ¿De carne? Tampoco porque no hay ni pollo, ni ternera ni siquiera cerdo. ¿De qué es este caldo? Pues de nada, así que es un falso caldo, pero tan rico que se puede servir como sopa.