Pollo con langosta
INGREDIENTES (4 personas)
Un pollo 1.250 g. de los de verdad, de aldea.
Una langosta (Palinurus elephas)(hay otras especies y variedades, todas despreciables) viva de más de un kilo.
Un hatillo de hierbas formado con laurel, tomillo, colas de puerro y perejil todo bien atado con una hebra de algodón (me han referido el añadido de una piel de naranja seca, yo no lo he hecho jamás)
Para el sofregit.
Una buena, gran cebolla (las de Mataró son idóneas, también las de Figueres).
Tres tomates maduros (si son pequeños, cuatro).
Un buen pimiento verde.
Para la picada.
Un vaso de vino rancio.
Una copa de brandy de vino (tradicionalmente también se acepta una copita de aguardiente, ¿de qué? Pues anís seco… cazalla… orujo… nunca se especifica, prefiero el archiconocido brandy de vino).
30 g. de almendras tostadas y peladas, y 15 avellanas, también tostadas y peladas.
Unas hebras de azafrán.
Pan seco y frito.
La mitad del hígado del plumífero.
Una yema de huevo duro.
Ajos.
Perejil.
Pollastre amb llagosta.
Nos hallamos ante el mar i muntanya por antonomasia, muchos autores, cuando hablan de ‘mar i muntanya’ por defecto se refieren al ‘pollo con langosta’, y no solo por ser uno de los más ricos y completos en sabores y texturas sino que responde perfectamente a la explicación que nuestro bien amado Maestro Pepe Iglesias refiere para alargar la ración de pollo, que en el siglo XIX era verdadero manjar de señores, con la langosta, humilde bicho del bajo pueblo del mar (aun hoy podemos oír a los pescadores de Palamós sacar las langostas de la barca diciendo: “toma, el pez bobo” ellos no lo son de bobos pues bien saben a qué precio les van a pagar el decápodo en la lonja).
Procedimiento
Se deja reposar, es mucho mejor cocinado en la víspera, pero hay que servirlo muy caliente, bien bañado en su salsa que será oscura y espesa.