Patatas con bacalao y pasas
Este es un plato del monumental pueblo castellonense de Morella.
Como todos las recetas tradicionales, esta tiene mil versiones, pero yo he elegido esta con ajos, bacalao, pasas, pimiento verde.
He usado bacalao desmigado porque es el más barato y, como no se buscan las tajadas si no el sabor, pues este es perfecto, porque con una hora de abundante agua fría, ya estará desalado.
Las pasas autóctonas son las de uva Moscatel, más carnosas que las de Corinto y las sultanas, pero si no consiguen unas de confianza (D.O. pasas de Málaga), pues habrá que apañarse con las que haya. Allí les llaman pansa, y es una tradición milenaria, de hecho en cada casa había un secadero y se exportaban a mercados internacionales, sobre todo Inglaterra. En el recetario tradicional está muy presente, tanto en guisos como en estofados de carne o, como en este caso, de pescado.
Podemos ponerle un puñadito de arroz, le da muy buen sabor y el tradicional.
Igualmente le pegan unas olivas, por ejemplo unas que llaman Sosa castellonense y un poco de pimentón.
Elaboración
Empezamos por hacer un sofrito tradicional en AOVE con los ajos, la cebolla y el pimiento, todo picado.
Mientras, pelamos las patatas y las escachamos.
Si tienen vino amontillado, se puede regar el sofrito antes de meter las patatas.
Metemos el ingrediente de resistencia unto con las pasas, se cubren de agua y se ponen a hervir. Cuando empiecen a estar blanditas, metemos el bacalao y especiamos.
Probamos y rectificamos de sal.
Conviene dejar reposar el guiso, aunque no de un día para otro porque las patatas se ponen zapateras.
Maridaje
Ya que estamos en zona de vinos, pues elijamos uno de la tierra. Hay uno, el Odisea rosado, de uvas 60% Ull de Llebre y 40% Merlot, que le va bordado ya que es muy afrutado y perfumado pero muy buena acidez.