Guiso de patatas con arroz, salchichas frescas y butifarra negra.
Mieres a 7 de octubre de 2019
INGREDIENTES
1 Kg de patatas
1 Cebolla
6 Dientes de ajo
1/2 pimiento rojo y otro 1/2 verde
2 Zanahorias
3 ramas de apio
1 cuchada de Passata di pomodoro
1 taza de arroz bomba
4 Salchichas frescas
1 butifarra negra
pimienta negra, sal y tomillo
Vaya marranada ¿No? Debe ser la cochinada más inmunda que se me ha ocurrido en mi vida, pero ¡Qué guarrada más rica!
Te nía mi chica que irse a Oviedo antes de las tres, de modo que debía preparar algo rápido y fácil de comer, de modo que pensé hacer las salchichas a la plancha con mi súper Puré de patatas, rica comida, pero me pareció demasiado vulgar, así que, en esos minutos de remoloneo que hacemos antes de levantarnos y que es cuando ideo las recetas más ricas, pues se me ocurrió hacer un guiso de patatas con salchichas. Luego lo fui complicando hasta que llegué a esto.
Recordaba que, años antes, mi amiga Julita, la mujer de Antón, había preparado unas patatas guisadas riquísimas, y el secreto estaba en ponerles un puñadito de arroz. Parece mentira, pero el arroz se puede usar como condimento, así que para dentro. Al fin al preparé este indecente plato y ¡Válgame el cielo, qué pasada!
Elaboración
Como siempre, empezamos por hacer nuestro sofrito con el ajo, la cebolla, los pimientos, las zanahorias y yo le pongo siempre apio.
Mientras se hace, pasamos las salchichas por la plancha para que se tuesten y hagan la reacción de Maillard, que les da mucho sabor, y de paso la butifarra cortada en trocitos.
Cuando el sofrito esté, le ponemos las patatas escachadas y el arroz, cubrimos de agua pero sin exceso y, cuando rompa a hervir, se añade la Passata di pomodoro y se meten las salchichas. Como en realidad el guiso va tardar en hacerse menos de un cuarto de hora, pues no se van a destrozar.
Esto es un plato de rancho, así que nada de florituras, cucharón y al cuenco.
Maridajes
Podemos acompañarlo con el vino que más nos guste, ya sea blanco tinto o rosado. Quizá un tintorro joven sea lo más apropiado para un rancho, incluso tomado bien fresco y en vasitos de zurito, para que nos parezca que estamos en el refugio de Aizkorri.