Bayanus 375
Bodega Agustí Torelló Mata
DO: Cava
Uvas: 41% Macabeo, 31% Parellada, 28% Xarel-lo
Crianza: 3 años en rima
P.V.P.: 12 €
www.agustitorellomata.com
1/2 botella de un buen cava
El enunciado perece un tanto esperpéntico, pero es que, hasta la fecha, los grandes cavas solo se comercializaban en botellas de ¾ o magnums, pero todo lo que fuese pequeño procedía de sistema Granvas o incluso de botellas grandes, generalmente de escasa calidad, en las que, una vez realido el proceso de refermentación, se redistribuía en botellines más pequeños.
En este caso no es así, porque Agustí Torelló ha realizado todo el proceso de champanización en esta botella de 375, con lo que podemos disfrutar de la misma calidad que sus ya conocidos cavas de reserva y gran reserva.
Yo creo que una gran idea, porque nuestra bodega no solo es para agasajar a los amigos, si no también para nuestro propio deleite, y cuantas veces, estando solos, nos apetece un buen cava y no podemos disfrutarlo porque una botella de ¾ es un exceso, y los botellines, por desgracia, son bastante penosos.
En realidad este Bayanus es el mismo Agustí Torelló Mata que ya conocemos todos, con el mismo coupage de uvas autóctonas de San Sadurní, y la tecnología puntera que hizo de esta bodega una de las más reconocidas en todo el Estado, a pesar de lo mal que se bebe el cava en España.
Destaca la personalidad de la uva Macabeo, pero incluso por encima de ella, lo que marca el carácter son las levaduras, aromas muy frescos que recuerdan a los mejores champagnes, a pesar de no contar con la presencia de la uva Pinot noir, inexplicablemente prohibida en la D.O. Cava.
Hay que destacar que no son medias botellas trasegadas de otras grandes ni de Granvas, sino que cada una ha sufrido todo el proceso de champanización al igual que si fuese de gran formato, de ahí su excelente calidad.
Con qué disfrutar de este vino
Caviar de trucha
Ya sabemos que los cavas son auténticos todo-terrenos, porque lo mismo funcionan bien con unas conservas que con unos embutidos, y no digamos ya con platos de cocina tradicional, como la mayoría de los pescados y mariscos.
En este caso, y como se presupone que estamos solitos y desamparados, por tanto con pocas ganas de ponernos a manchar sartenes y platos, pues yo me centré en esos recursos que nos suele dar vergüenza comprar cuando estamos con nuestra querida esposa, así que le metí mano a un falso caviar de huevas de trucha ahumadas, un producto que tiene entidad propia, no como esos falsos caviares de lumpo, y el maridaje resultó una delicia que me hizo recordar cuando comía caviar Beluga con champagne Salon.
En el anterior libro aconsejaba el cava Torelló Mata con unos berberechos de lata. Obviamente la recomendación sigue siendo más válida, pero en lo que hago hincapié es en el formato, una cantidad que nos permite disfrutar de un par de copas de buen cava, tanto en una cena solitaria, como ese día que viene un amigo y te apetece ofrecerle algo informal pero de alta calidad.