Salsa boba
¿Cuántas veces nos preguntamos si a ese plato insulso no le vendría bien alguna salsita que no fuese una fría mostaza industrial?
Este ha sido mi caso hoy, porque pensaba preparar un pollo al tandoor, pero mi mujer me dijo “¿No podemos comer algo más sencillo? No tengo ganas de verte cocinar, aunque sea, compro un poco de lomo adobado en el súper y lo ponemos con una ensalada rica y unas patatitas fritas”. Y claro, Roma locuta, causa finita, pero me quedé con la copla y, como soy de culo inquieto, pues me puse manos a la obra para que ese vulgar lomo adobado tuviese algo de gracia, aunque solo con unas tiritas de pimiento frito, como hacían en los bocatas en los bares del Madrid castizo, ya de están de chuparse los dedos.
Esto resulta algo más fino, pero la llamo “Salsa boba”, porque no da para más.
Elaboración
Cortamos la cebolla en láminas finas y ponemos en la sartén con un chorrito de AOVE.
Picamos los ajos y cortamos los pimientos en tiras. Todo al fuego.
Antes de que coja color, se aparta del fuego y se rocía con pimentón (dulce y picante el 50% o lo que nos guste). Se caliente un poco más y se corta la fritura con la mostaza en grano. Es bueno batirla un poco con las varillas, aunque si la sartén es de Teflón, todos los aparatos deben ser también blandos para no rallarla.
Si somos mucho de comidas rápidas, podemos triplicar o quintuplicar las cantidades, para hacer una buena sartenada y mantenerla en un tarro en la nevera. Así, cuando tenemos un lomo, una chuleta de cerdo, una hamburguesa o cualquier fast-food, abrimos el bote y como dice Sergio Fernández, solo es “pinta y colorea”.