Celerí en papillote sobre manzana caramelizada y foie a la plancha
En España se consume muy poco esta hortaliza, de hecho, yo tengo que encargársela a mi frutera. Es una pena, porque es muy versátil, como para hacer ricas ensaladas (Ensalada de celerí (Remoulade), Ensalada de zanahorias moradas con celerí y crema de Roquefort o Ensalada de apio, manzana y zanahoria), y así, asado, resulta brutal, un sabor totalmente nuevo para nuestros paladares. Hasta qué punto será así que, cuando diseño un nuevo plato, ya me imagino perfectamente los sabores que voy a conseguir, y en este caso, ni por asomo. Cuando abrí la papillote, antes de montar el plato, ya despertó mi curiosidad porque olía de una forma curiosa, así que lo probé y ¡Oh! Qué maravilla, unos sabores a castaña, hinojo, flores, una complejidad sorprendente.
En Francia, Bélgica, Alemania, etc., es muy común, por lo que pueden encontrar mil recetas en esas páginas que Google traduce al instante.
Elaboración
Pelamos la bola, la partimos a la mitad y luego la cortamos en rodajas gordas, como de dos centímetros de grosor.
A mí no me gusta que la comida toque el papel de aluminio, de modo que pongo una hoja grande de aluminio y, sobre ella, otra de papel sulfurizado. Encima colocamos los trozos de apio, sobre cada uno, un trocito de mantequilla y espolvoreamos con pimienta recién molida, sal y un poco de tomillo. Cerramos el papel y, sobre él, el aluminio, procurando que quede hermético. Se puede poner una segunda hoja de aluminio para cerrar mejor.
Se mete al horno a 180ºC durante dos horas. Así quedará blandito y cocido sobre sí mismo, con todo ese mágico sabor que describí en la entrada sabor. Se deja enfriar hasta que se pueda manipular.
Mientras hacemos la manzana. Para ello confitamos dos chalotas con mantequilla, Cuando esté blandita, espolvoreamos un poco de azúcar moreno y rehogamos.
Descorazonamos la manzana y la cortamos en rodajas. Se pone a confitar con la chalota por encima. Cuando esté blandita, apagamos el fuego y reservamos para el montaje.
Abrimos el papillote y comprobamos que el celeri está blandito.
Ponemos una rodaja de manzana en cada plato, encima acomodamos los tozos de celerí, y pasamos el foie por la parrilla bien caliente, solo para marcar por fuera. Colocamos encima del celerí y servimos rápidamente para no se enfríe.
Se pueden mantener los platos calientes en el horno a unos 60ºC.
Maridaje
Estos platos dulce-salados, son difíciles de maridar. Si disponemos de un blanco muy perfumado, como un moscatel seco, puede valer.
Una opción muy agradable es un moscatel de Setúbal, que es más de mesa que los españoles.
Con vinos tintos, malo, a menos que sean dulces, como los Oportos o alguno de Monastrell. Estos también resultan espectaculares.