Buñuelos de alcachofas (sin gluten)
Realmente no son buñuelos, aunque se llaman así. Deberíamos decir alcachofa Orly, o rebozadas.
Es un sabor muy profundo, delicioso para los amantes de las alcachofas, como yo, pero tienen el inconveniente de que hay usar alcachofas frescas, porque las congeladas, y no digamos ya las de conserva, no tienen los sabores que buscamos. Además, es importante contar con buena parte del tallo, que es delicioso y muchas veces se deshecha, desde luego, siempre que vienen procesadas.
En Turquía no deben faltar en sus multicolores mezzés, y en la cocina sefardí es casi un plato casi obligado en las fiestas religiosas, los “Burmelos de carchofas”, una bonita, sabrosa y sana costumbre.
Ingredientes
4 Alcachofas tiernas
1 diente de ajo
2 huevos
200 g de harina sin gluten (100 de arroz, 50 de garbanzos y 50 de tapioca)
Levadura sin gluten.
Aceite de oliva virgen extra.
Comino, sal y pimienta.
Elaboración
La parte más latosa es la limpieza.
Como ya apunté, hay que dejar buena parte del tallo.
Se quitan las hojas más duras y se corta el cogollo, retirando 2/3 partes, las puntas.
Con un pelador, hacemos lo propio con los tallos.
Se echan en una olla con agua hirviendo y un limón partido en cuatro. Dependiendo de la frescura y variedad de la alcachofa, deben hervir un cuarto de hora. Es bueno poner un plato encima para queden bien sumergidas.
Cuando las pinchemos y estén tiernas, se sacan y se dejan atemperar. Se parten longitudinalmente en cuatro y se retira el heno del centro (si es que tiene).
Para la masa, mezclamos bien el mix de harinas (se puede usar de Schär sin gluten), la levadura, el comino, la sal y la pimienta.además de las yemas de huevo.
Levantamos las claras a punto de nieve e incorporamos con una espátula, procurando que no se “caiga” demasiado.
Ponemos a calentar abundante aceite en un cazo y, mientras coge buena temperatura (no hace falta que humee porque se quemarían por fuera y quedarían crudos en el interior), mezclamos la masa con las piezas.
Las freímos por tandas para que no se peguen entre sí. Se sacan a un papel absorbente y se sirven acompañadas de una ensalada de canónigos y/o una salsa Tzatziki (Salsa de yogur y pepino).
Maridaje
Cualquier vino blanco, incluso rosado, acompañará bien este aperitivo, aunque el más agradable es un cava brut nature.
Si optamos por un blanco, mejor afrutado, que hay legión, desde uvas gallegas, como Albariño, Treixadura o Godello, hasta los castellanos de Verdejo o algunos catalanes.