Sindicación de contenidos
Boletín electrónico
Contacto
Mapa web
Logo de FacebookLogo de Google +Logotipo Twitter
 
boton pinteres
Imprime ContenidoEnviar a un Amigo
 

${estadoCorreo}

 

Lasaña de cordero con hortalizas

Lasaña de cordero con hortalizas
 
Lasaña de cordero con hortalizas
Lasaña de cordero con hortalizas

Publicado en el libro La Cocina masónica, año 1997.

INGREDIENTES (4 personas) 

1 pierna grande de cordero
6 obleas de lasaña
2 cebollas, 6 dientes de ajo, 1 berenjena grande, 3 puerros, 2 calabacines
Queso Parmesano Reggianno
1 litro de salsa bechamel
Aceite, sal, pimienta, tomillo y limón

A pesar de que las lasañas se considere hoy día un plato exclusivamente italiano, su origen es tan antíguo que ya incluso en el Levítico se hace mención a ellas y por tanto se puede deducir que debieron ser propias de los almuerzos de los canteros de Hiram, ya que era una comida realmente popular y sagrada.

En realidad la lasaña es una evolución de los famosos panes ácimos de la Pascua de Yaveh, como pueda ser la Moussaka griega y el Pisto Manchego español.

Puesta en marcha. 

1. Doramos en aceite los dientes de ajo con la cebolla picada menuda. Mientras tanto deshuesamos la pata y picamos la carne limpia en trozos como garbanzos, se ponen en un bol y se salpimientan aliñandolos con unas gotas de vinagre y un poco de tomillo. Luego se vierte el sofrito por encima y se amasa todo bien.

2. En una bandeja de horno pondremos a asar las hortalizas rociadas de aceite y sin sal. Cuando estén bien blandas, se sacan, se pican y se salpimientan.

3. En una olla con abundante agua salada e hierviendo, se cuecen las obleas de lasaña procurando que queden enteras. Cuando estén blandas se sacan y se secan sobre un paño.

4. Restregamos con ajo el fondo de una fuente honda que resista el horno, a ser posible de barro, rociamos con un poco de aceite, y colocamos dos lasañas. Sobre estas extendemos una capa de carne que debe quedar bien compactada, rociamos de bechamel y ponemos otras dos lasañas encima. Ahora va la capa de hortalizas y encima o tras dos obleas. Si nos ha sobrado un poco de cada picadillo, podemos mezclarlo y poner una tercera capa al aire que cubrimos de bechamel y queso Parmigianno recién rallado.
Se meteal horno y se deja hasta que se dore.
Debe reposar un poco para compactar y luego, para servir el pastel, se parte en cuatro.

Variantes del plato: 

Actualmente el sabor del tomate está indisulublemente asociado a la cocina mediterranea, pero recordemos que este producto llegó de América y por tanto hasta hace apenas cuatro siglos ni se conocía. Conviene probar la receta así y luego si se quiere, se puede añadir un picadillo de tomate frito sobre la carne, las hortalizas o donde se quiera.

  Libaciones: 

Como en casi todos estos platos de origen árabe, el vino no juega un papel importante, de ahí que lo mejor sea un rosado joven, perfumado y fresco, quizás catalán.

 Si le interesa leer más sobre este tema, pínche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio.

Escrito por el (actualizado: 31/05/2014)