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Fusilloni a la griega

Fusilloni a la griega'
 
Fusilloni a la griega'
Fusilloni a la griega'

Agosto 2009

INGREDIENTES (4 personas) 

½ Kg de carne de ternera
1 latita de tomate

12 aceitunas negras

½ cebolla

2 pimientos italianos

4 ajos

Comino en grano, canela, nuez moscada, tomillo, orégano y hierbabuena

He de reconocer que el apellido se lo puse como hacían aquellos cocineros del XIX que bautizaban sus platos según les trajese el viento una inspiración, porque honestamente no creo que nadie haya cocinado fusilloni así en aquella península.

En realidad viene a ser una boloñesa, pero con mucha carne y muy especiada, porque a mí me encantan esos picadillos que preparan en Turquía y todo Oriente medio, con los que rellena todo lo que pillan, pimientos, tomates, cebollas u hojas de parra, aunque también suelan hacerlo con arroz.

La verdad es que este picadillo le hubiera ido mejor a unos spaghetti, porque los fusilloni, como son muy carnosos, piden más salsa, y este picadillo estaba casi seco. Muy jugoso, realmente delicioso, pero no caldoso, y este tipo de pasta pide más tomate, mucho más tomate.
 

La receta 

Ya he dicho que se trata de una boloñesa, así que procedemos como es habitual.
Empezamos por hacer un sofrito con la cebolla, los ajos y los pimientos, todo bien picado. Debe freír tapado para que el agua de vegetación confite las hortalizas y queden blanditas.
Cuando empiecen a tomar color (o ni eso), añadimos la carne, las aceitunas picadas y  las especias. Conviene darle un golpe de fuego para evaporar el exceso de agua que pueda desprender la carne, pero solo si buscamos una picadillo seco, si no, echamos ya el tomate, un hervor y listo.
La pasta se cuece como siempre, siguiendo las indicaciones del fabricante, porque solo él sabe el punto que le ha dado a su asciutta.

Maridaje 

La pasta siempre casa bien con todo, así que pude ser un buen momento para abrir esa botella de gran vino que nunca encaja con los festivales gastronómicos.
Hablo por mí, que prefiero casi siempre usar beber vinos jóvenes y afrutados, mejor que grandes reservas que me complican la vida y que, salvo que sean verdaderas obras de arte para deleitar a palo seco, como copa en la tele, el resto son más estorbo en el botellero que otra cosa.
En esta ocasión le di caña a un Sierra Cantabria Colección Privada 2007 que estaba de muerte. Ya lo había disfrutado la noche anterior a palo seco y estaba colosal, pero quese ponerlo a prueba en la mesa con algo comprometedor, y la colección de aromas del picadillo, les aseguro que no era broma.
A pesar de todo resultó invicto, soberbio, casi dominante, si no fuera porque la pasta recibe bien todo lo que se le ponga.
Escrito por el (actualizado: 13/11/2013)