Sindicación de contenidos
Boletín electrónico
Contacto
Mapa web
Logo de FacebookLogo de Google +Logotipo Twitter
 
boton pinteres
Imprime ContenidoEnviar a un Amigo
 

${estadoCorreo}

 

Mahonesa y salmonella

Mahonesa
 
Mahonesa
Publicado en el diario El Progreso, año 1993.
 

Aunque parezca una barbaridad y pidiendo perdón de antemano a aquellos lectores que se puedan ver afectados por alguna de estas dolencias, podemos decir sin el menor pudor que la salmonelosis ha sido para las empresas fabricantes de mahonesa lo que el SIDA para las de preservativos, es decir: una bicoca.

Y es que contar con el apoyo gratuito de toda la administración para vender tus productos a un mercado temeroso de Dios, del SIDA y de la salmonella, eso es marketing y lo demás es cuento.

Ni la cosa es tan negra como la pintan, ni la solución tan milagrosa la venden, porque si se tiene el cuidado suficiente y se toman las debidas precauciones, ni padeceremos de salmonelosis por comer mahonesa casera, ni nos contagiaremos de SIDA por no utilizar preservativos.

Sin embargo aunque consumamos salsa de bote, si las condiciones higiénicas del lugar son tan deplorables como se suelen encontrar en no pocos chiringuitos veraniegos de esos que salen al calor del verano, estaremos expuestos a padecer el terrible mal al igual que los desaprensivos que frecuentan los barrios chinos aunque lleven preservativos hasta de escapulario.

Pero resulta mucho más barato para la administración amenazar al los hosteleros con penas millonarias y hasta con amenaza de prisión si provocan una intoxicación y la mahonesa no posee su propio seguro de responsabilidad civil, que educarles para que puedan trabajar sin riesgos y a la vez dando calidad gastronómica.

A su vez los restauradores se curan en salud alegando que la normativa vigente les obliga a consumir este producto bajo presentación industrial y así se ahorran el trabajo de tener que elaborarlo, mantenerlo bajo control higiénico y perder dinero cada vez que tienen que tirar un par de litros de salsa a la basura porque ha pasado el tiempo de seguridad.

Creo que todos los amantes de la buena mesa despreciamos una salsa de bote por muy higienizada, desbacterizada y homologada que esté y que donde haya una buena salsa casera hecha con el toque del cocinero experto que sabe cuando prepararla con un aceite virgen de Baena para hacer un aromático alioli, con un vinagre de jerez para sacar una vivaracha tártara, con un chorro de limón para realzar un pescado o con un poco de mostaza para tomar con unos espárragos, que se quiten los inventos que las multinacionales sacan para permitir que en las cocinas públicas puedan trabajar albañiles de la alimentación en vez de artesanos que para llegar a ponerse un gorro de chef, antes han tenido que manchar muchos delantales de marmitón.

 Si le interesa leer más sobre este tema, pinche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio.

Escrito por el (actualizado: 30/08/2015)