Puros Habanos
Generalmente, cuando en una mesa se procede al solemne ritual del encendido de puros (me refiero a piezas serias, claro), suele haber algún impertinente, de esos que hacen turismo sexual en el Habana Libre, que como el torcedor del hotel le dijo un día: «Usted fuma bueno, compañero», desde entonces acostumbra a dar clases sobre las calidades de las diferentes capas de Vuelta Abajo.
Y la verdad es que incluso los amantes del habano no solemos estar muy puestos en cuanto a su composición, y si bien para entender de vinos no hay que ser enólogo, pero sí tener claros algunos conceptos para entender el porqué de ciertos sabores, pues para gozar plenamente de un puro también es conveniente saber algo de su estructura.
Y sobre todo, claro, para poder enumerarle sin parpadear a nuestro, los sesenta y siete matices de color que puede tener la capa de un puro.
Morfológicamente un puro se divide en tres partes: la cabeza (que es por donde se chupa), el cañón o tallo (que es el cuerpo) y el pié (que es lo que se enciende).
Diseccionándolo veremos varias partes: la exterior que se llama Capa, y que es en sí la imagen del puro, la fachada, lo que único que se ve desde fuera, pero ya nos indicará en cierta medida la calidad del producto (independientemente del color que varía según las regiones o tratamientos, la capa debe ser lisa, sedosa, casi grasienta, con tacto de corcho, y sobre todo, sin nervios).
Dentro está el Tirulo, que es realmente el alma del cigarro, y que a su vez está formado por la Tripa (es la parte central, lo primero que se enrolla cuando se empieza a fabricar, y que puede ser de picadura, para calidades de segunda o mecanizados, y de hoja larga entera, para las mejores calidades de hechos a mano), y el Capillo, que son las hojas que envuelven y sujetan la tripa, configurando el puro en toda su estructura.
Una prueba práctica es cortar con una Gillette un puro de pié a cabeza, y comprobar las diferentes capas (se puede hacer con un par de puros de medio precio, total, no es tirar mil pelas, sino invertirlas en conocimiento).+
Así veremos de forma muy tangible la diferencia entre lo que llaman cigarros Premium, o torcidos (hechos) a mano, o de Calidad (siempre la tripa es de hoja entera) y los mecanizados, que a pesar de llevar Perilla (es el remate de la cabeza, que puede ser cortado a máquina en estas calidades) en Rabillo de puerco (retorcida y sobresaliendo de la cabeza), en punta (para los torpedos) o avellanada (cuando remata de forma redonda), sin embargo en el interior aparecerá una tripa de picadura (se hace con los recortes de las hojas que quedan de torcer).
Para terminar vamos a apuntar los siete colores básicos de la capa, yendo desde el más claro (son los puros de moda, generalmente dominicanos), hasta el negro, típico de los mexicanos:
- - Doble claro, candela o verde.
- - Claro, o encendido
- - Colorado claro
- - Colorado simple
- - Colorado maduro, o Sangre de Toro (el de los Punch).
- - Maduro o Carmelita (el de los Farias).
- - Negro u Oscuro.
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