Pago de los Capellanes crianza
Pago de los capellanes crianza
Bodega: Pago de los Capellanes
DO: Ribera de Duero
Uvas: 90% Tinto Fino, 10% Cabernet sauvignon
Crianza: 12 meses en roble francés y otro año de bodega
P.V.P.: 15 €
Extracto del libro La Bodega en casa y sus maridajes, del que pueden ver más pinchando en +
Un Ribera de garantía asegurada
Pensaba ordenar esta importante serie de vinos de La Ribera del Duero, siguiendo el cauce del río, de Norte a Sur o de Este a Oeste, que es lo mismo, pero como en realidad, a pesar del inmenso territorio que abarca esta D.O., las grandes bodegas se agrupan en cuatro pequeños pueblos, pues he preferido seguir un aséptico orden alfabético, porque en realidad la calidad de los vinos se ve mucho más condicionada por el esmero del bodeguero, que por la ubicación geográfica de las viñas.
Califico este vino como de garantía asegurada porque en esta D.O., que nació comiéndose el mundo por sus excepcionales vinos, han proliferado los saltimbanquis que se apuntan a un bombardeo, y hacen un vino bueno y cien deplorables. Por eso es conveniente asegurarse y no hacer pruebas con ofertas tentadoras.
Situada en el mítico pueblo de Pedrosa de Duero, esta es la más joven de las grandes bodegas que se asientan en unos terrenos sumamente duros, con climatología extrema por su altitud, por lo que el primer paso en la calidad de los vinos ya está asegurada.
Paco Rodero emprendió este proyecto después de haber emigrado a Barcelona, pero cuando decidió las viñas de su familia, apostó por la tecnología más puntera, y su bodega, el “bunker” como la llaman algunos, es todo un ejemplo de sostenibilidad y aprovechamiento de las inclemencias meteorológicas.
Pero lo importante es el vino, con una amplia gama que va desde un joven roble, que resulta de los más buscados, hasta los grandes reservas, algunos como el Picón, a 120€.
Este crianza tiene un poco de todo, la frescura y frutosidad del joven, pero a la vez el pulido y elegancia de los más grandes. De todas formas tengan en cuenta toda la gama.
Con qué disfrutar de este vino
Caldereta de cordero
Estamos en la tierra del cordero y por ende de los mejores asados del mundo, pero no solo de lechazo vive el hombre, porque este es un plato de fiesta, un asado que requiere un horno de leña del que solo las panaderías y los asadores disponen, por eso hay que recordar viejos platos, viejas tradiciones, como estas calderetas, preparadas por pastores y amas de casa, con animales ya más crecidos, que eran los que comía el pueblo, porque salía más rentable que un lechacito de tres semanas.
Yo he probado lechazos de Aranda (los más delicados), con grandes vinos de La Ribera, y no crean que es buena idea, porque por separado ambos están buenos, pero juntos no maridan ni con Locktite.
Un buen vino de La Ribera requiere platos con más nervio y con sabores más intensos, por eso cuando probé este crianza con la caldereta, me pareció la combinación perfecta.
De todas formas es solo una sugerencia, porque este vino tiene infinitas aplicaciones gracias a esa pluralidad de perfiles que se le pueden atribuir, y con cualquier picoteo de queso, embutidos o patés, dará la nota de distinción. Incluso con conservas de marisco, esa es la sorpresa que pueden preparar para sus amigos.