Pago de los Capellanes 2003

No es ni con mucho el vino estrella de la casa, pero es que los buenos se pasan, no sólo por nuestro propio límite de 20 €, sino porque más de 100 €, como es el caso de El Picón, pues es más bien “un pasón”.

No cabe duda de que ésta es una de las bodegas más serias de La Ribera, por eso está aquí, quizás de las pocas que aguanten el descalabro que predije en la revista Viandar en enero del 2004 y que por estas fechas, un año después, ya es trágica realidad.
El coupage que a mediados del siglo XIX introdujo Eloy Lecanda en su ya mítico Vega-Sicilia, se respeta en este curioso joven con barrica nueva, no así en los de gama alta como cabría esperar y quizás sea por eso mi favorito, aunque algunos colegas establezcan verdaderos abismos entre las puntuaciones de éste y del crianza.
Es un vino complejo, con muchos matices, entre ellos algunos florales específicos de la uva Merlot que viran también hacia las trufas en las uvas que están bien maduras.

Es mucho más fácil de beber el crianza del 2001, porque está que se sale, cuesta 12 €, que es un precio razonable y se ajusta mucho más al perfil clásico de La Ribera.