Matarromera 1998
Publicado en la guía Asturias gastronómica 2003/2004
A pesar de no ser de los más conocidos, esta bodega pertenece a dos de las más antiguas familias de terratenientes de la zona (me refiero a que Carlos Moro es heredero tanto por parte de madre como de padre, de grandes latifundios, hoy muchos de ellos convertidos en viñedos propios)
Hace más de veinte años, cuando me entró el calentón por esta D. O., Carlos y yo, enfrascados en la elaboración de la Enciclopedia de los Quesos de España, entre un Cabrales y un Gamoneu, echábamos a volar la imaginación sobre como algún día montaríamos nuestras propias bodegas en tierras vallisoletanas. Hoy él tiene cuatro, el más fabuloso y meteórico despegue imaginable para un grupo exclusivamente familiar, pero también eso se nota en numerosas irregularidades, vinos que se disparan de precio sin motivo cualitativo aparente, mientras que de buenas a primeras, a un tercio, o aún menos, sale a la calle una verdadera bomba.
Este crianza 98 es de los más regulares. Equilibrado en precio, de notable calidad, representativo del terruño (al menos de lo que ahora se percibe como Ribera de Duero que dista bastante de lo que era a finales de los ochenta) y en general un vino que se puede pedir con garantías en cualquier buen comedor.
Sugerencias:
Ravioli de codornices (Al Son del Indianu).
A pesar de lo bulliniano de la presentación, los sabores de este plato son absolutamente tradicionales, con una salsita de vegetales muy amable, la sutil carne de la pieza de pluma y un conjunto de sabores que requieren un vino elegante, sin aristas agresivas, sin una espectacularidad que se comería lo bueno del guiso.
Publicado en el libro Asturias gastronómica, año 2.003. El nombre entre parentesis corresponde al restaurante donde se prepara el plato (mas información en el botón Restaurantes de Asturias).