Cyan
Bodega Garanza
Tinto madera
D.O.: Toro
Añada: 2000
Uvas: Tinta de Toro
Crianza: 14 meses
Precio: 9,80.-
Temperatura de servicio: 16º
Tinto madera
D.O.: Toro
Añada: 2000
Uvas: Tinta de Toro
Crianza: 14 meses
Precio: 9,80.-
Temperatura de servicio: 16º
Nos enviaron una botella del 2000 (la que aparece en la foto) y por tanto es de la que hablamos, aunque será dificil encontrarla en el mercado. En Salamanca probamos el 2002 y necesitaba un par de años de botella, al menos.
La verdad es que con los precios que se están cascando en Toro (quién lo hubiera pensado hace veinte años cuando ibamos allí a catar aquellas atrocidades), resulta dificil moverse entre los sobresalientes sin saltarnos la barrera de los 20, que ya está bien, porque en un restaurante eso supone pagar más de mil duros.
Yo recomiendo este, más para tomarlo en casa, que en un restaurante, primero por la añada, que será dificil encontar piezas con mas de cinco años de botella y en segundo lugar, porque para dar de sí todo lo que lleva dentro, para que realmente sea un trago goloso, ampuloso, complejo y amplio, debe estar jarreado mas de doce horas, algo impensable en hostelería, salvo que tengamos muy buen rollo con el tabernero.
Es un vino dificil de apreciar, sobre todo si prueban el 2002 cuyos taninos son agresivos y poco pulidos. Aprecien sus sabores minerales como un signo de calidad.
La verdad es que con los precios que se están cascando en Toro (quién lo hubiera pensado hace veinte años cuando ibamos allí a catar aquellas atrocidades), resulta dificil moverse entre los sobresalientes sin saltarnos la barrera de los 20, que ya está bien, porque en un restaurante eso supone pagar más de mil duros.
Yo recomiendo este, más para tomarlo en casa, que en un restaurante, primero por la añada, que será dificil encontar piezas con mas de cinco años de botella y en segundo lugar, porque para dar de sí todo lo que lleva dentro, para que realmente sea un trago goloso, ampuloso, complejo y amplio, debe estar jarreado mas de doce horas, algo impensable en hostelería, salvo que tengamos muy buen rollo con el tabernero.
Es un vino dificil de apreciar, sobre todo si prueban el 2002 cuyos taninos son agresivos y poco pulidos. Aprecien sus sabores minerales como un signo de calidad.
Nos decía François Lurton, probando su Campo Eliseo (de Toro), que en Francia los vinos se hacen para ser degustados comiendo y no como en España, que los catamos a palo seco. Realmente este Cyan debe probarse así, en una buena mesa, donde realmente da juego y hasta se muestra mucho mas elegante. Con las manos de cerdo gratinadas al queso Vidiago de La Corrada del Obispo, pueden resultar toda una experiencia.