Rollitos de salmón
Si hay en el mundo algún país que sepa como preparar el salmón, sin duda ese es Noruega, y no solo por su cocina tradicional, sino porque, siguiendo el ejemplo de Napoléon, en cada uno de los paises en que sus huestes se han asentado (me refiero a us productos del mar), los promotores han recabado las creaciones de los cocineros autóctonos (el libro del Círculo del Salmón Noruego de España, es una pasada), y así hoy su recetario es un autentico fondo documental de gastronomía.
Vamos, tal y como hacemos en Asturias con nuestros productos, más o menos.
La receta
Empecemos por hacer la ensalada de berros.
Podemos hacerla con mahonesa, para los más golosos, o con yogur (el griego es muy cremoso), para los que quieran cuidarse, y consiste simplemente en lavar estos, picarlos a cuchillo (no muy finamente, lo justo para hacerlos manejables), y revolverlos con la mahonesa, o con el yogur y un poco de aceite.
Para el guacamole, sacamos la pulpa del aguacate (que esté bien maduro pero no pocho) y la machacamos con un tenedor junto con el aliño (aceite, sal y limón), hasta hacer una pasta homogenea (hay quien la bate en picadora o con la minipimerm pero queda demasiado cremosa, y a mí me gusta que se noten algo más los trocitos).
El pan, que puede ser de molde integral, se recorta de los bordes y se corta a la forma deseada (cuadrados, triangulos, o formas con moldes), y se mete al horno para que sin llegar a tostarse, si se ponga algo duro.
Se extiende sobre cada trozo una fina capa de mantequilla (es opcional, y su función es que si vamos esperar algún tiempo, la ensalada no empape el pan), y encima extendemos una capa de ensalada de berros (en la foto los monté sobre Pumpernickel, esa especie de pan de cereales integrales prensado oriundo de Westfalia y que con el salmón sabe rico).
Para los rollos, usamos lonchas finas de salmón, sobre las que depositamos una cucharada de guacamole, y a continuación procedemos a su enrollado.
Colocamos un rollito sobre cada tostada, y aplastamos un poco para que la superficie no quede redonda, y retenga el picadillo que lleva encima.
Este picadillo es tan aleatorio como el resto, y cada cual puede poner lo que le venga en gana.
Yo propongo cebollino y apio verde, muy finamente picados, aliñados con un poco de aceite, limón, y un poco de eneldo seco.
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