Huevos rellenos de anchoas y champiñón
Todos los huevos rellenos son una tentación, sobre todo los de gambas, pero estos son una forma original, sencilla y barata, de hacer un plato que, por ejemplo, como entrada de una cena, para llevar de picnic, para tener a punto desde el día anterior, etc., están muy ricos, aunque se pueden complicar todo lo que se quiera. En esta ocasión les he puesto un poco de hierba limón, un complemento muy alegre que nadie detectará, pero que a todo el mundo encantará, y unos jalapeños encurtidos, que a mí me encantan.
También le pegan mucho unas alcaparras o hasta unos pepinillos, pero picaditos muy menudo.
Elaboración
Si les confieso algo es que pelar los huevos duros para mí es un calvario. He probado todos los trucos habidos y por haber, pero debe ser un maleficio, porque desgracio hasta los de los chigres. Pero bueno, es problema mío. Cocemos los huevos durante 7 minutos y cuando estén fríos, se pelan, se parten al medio y las yemas se echan al bol de mezclar.
Picamos menudo la hierba limón, el jalapeño, las anchoas y los champiñones. Removemos bien a mano, desmenuzando los trocitos de yema. Cubrimos con la mahonesa y mezclamos todo bien.
Rellenamos las mitades de clara y acomodamos en los respectivos platos, a ser posible sobre un lecho de lechuga en juliana (yo no tenía y los puse a pelo). Se pueden adornar con perejil o cilantro picado y, si hemos tenido la precaución de guardar alguna yema, pues también.
Maridaje
Es un piscolabis informal, así que no hay que romperse el coco. Lo más divertido es un cava o un spumanti, pero si no tenemos, pues cualquier blanco hará las veces, aunque no es bueno que sea demasiado aromático porque los aromas del plato son sutiles, pero sí con buena acidez, porque la mahonesa empasta mucho.