Ensalada de patata con berberechos
Mieres a 14 de enero de 2020
INGREDIENTES
* 4 patatas medianas tirando a grandes
* 2 latas berberechos al natural españoles
* 1 cebolla Fuentes del Ebro pequeña
* 1 manojo de perejil fresco
* AOVE (Vera Valle)
* Pimienta del molinillo, sal y vinagre de Jerez suave (solo 6 meses)
Antes de que me llamen sinvergüenza, o peor, que me comparen con Mª Luisa García, Simoné Ortega y otras “recetarias”, ya confieso motu propio que esta es la misma ensalada que la Ensalada alemana de mi madre o la Ensalada Alemana de patatas , simplemente con una lata de berberechos por encima. Entonces, si ya lo sé ¿por qué lo hago? Pues dos razones, una porque me da la gana, lo cual ya es motivo suficiente, y la otra, es que el resultado fue tan espectacular, que decidí dedicarle una página propia, porque los sabores así lo indican. Yo mismo me sorprendí al probarla, y eso que las otras me encantan, pero el sabor a berberechos es tan intenso, que parece otro plato.
Elaboración
Como en otras ocasiones, lavamos las patatas y las cocemos con piel en abundante agua con sal y laurel.
Mientras se hacen, preparamos el aliño, con el AOVE (yo uso el Vera Valle porque es el mejor, el más suave y perfumado, de aceituna Manzanilla extremeña, divina), pimienta, sal y un chorrito de vinagre de Jerez, pero no de los añejos, sino uno joven de solo seis meses de crianza, que es perfumado pero sin ser tan empalagoso como los de reserva que parecen Aceto balsámico de Módena. Batimos bien hasta casi emulsionar, y añadimos el caldito de las latas de berberechos, por eso digo que deben ser españolas, para garantizar cierta calidad, porque las chinas meten miedo. Si hay presupuesto, sin duda los de Ramón Peña, Los Peperetes o Rosa Lafuente. Volvemos a batir y hasta es posible que emulsione, a mi ya me ha pasado varias veces.
Cuando se pueden manipular, pelamos las patatas y las cortamos en lasquitas del tamaño de una moneda de 2€.
A continuación cortamos la cebolla a mandolina, para esté como papel, lo que en Chile se llaman plumas.
Hacemos lo propio con el perejil y mezclamos con las dos manos y bastante cuidado. Vertemos por encima el aliño y, ya con dos cucharones, damos unas cuantas vueltas.
No debe comer demasiado fría, aunque tampoco recién hecha.
Maridajes
Otras veces, como en la citadas, no hago maridajes porque son recetas que propongo como guarniciones, pero en esta ocasión, aunque las comimos con unos Falsos chanquetes (gulas), como en esa ocasión, se puede comer sola y aconsejo una buena manzanilla helada, ya sea en rama o pasada, eso ya va en gustos, pero mis favoritas son La Gitana y La Guita, pero ¡En rama y de la última saca!