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Alcoholímetro de Fabré-Iglesias

 

Junio 2009

En nuestra larga, trágica y casi siempre fallida cruzada contra los impíos y herejes kilos, mi querido amigo y compañero de fatigas, el ya conocido de ustedes, Dr. Fabré, y un servidor, hemos redactado esta heterodoxa y poco científica escala de abstinencia, según la cual podemos clasificar nuestro grado de rigor dietético, en lo que respecta a alcohol.

En mi último flato mental  ( Curso de Nutrición y Dietética del Instituto Profesional de la Salud de la Universidad Complutense de Alcalá de Henares), además de comprobar lo mediocres que son estos cursos y masters a distancia, como me pasé esos meses haciendo más cálculos que en el bachillerato, pues pensé que, además guardar el titulillo en el cajón de los diplomas, podía sacar algún provecho de la experiencia para ayudar  mis queridos lectores dietéticos y así preparé este baremo de alcohol y calorías en las bebidas domésticas (en realidad es una chorrada porque el resto de ingredientes que componen las distintas medidas dan un computo de calorías totalmente diferente, pero bueno...), por lo que hemos diseñado esta sencilla tablita sobre la que comprobar nuestro grado de compromiso con la dieta, al menos en lo que respecta al alcohol, lo que para muchas víctimas, como nosotros, es el principal caballo de batalla.

Cálculo de alcoholimetría/calorimetría 

En las botellas de cualquier bebida que contenga alcohol, es obligatorio especificar sus grados o % de este. Estas cifras vienen dadas por volumen, no por peso, mientras que todos cálculos alcoholimétricos y calorícos, se hacen por gramos, por lo que hay que aplicar el coeficiente de densidad del alcohol, que es de 0,8.
Si queremos calcular las calorías, basta con multiplicar por 7,1 Kcal., que son las que contiene 1 gr. de alcohol.

Expresado en fórmula matemática, sería:

Alcoholimetría = Vol. X % X 0,8
Calorimetría = Vol. X % X 0,8 X 7,1

Siendo Vol., la cantidad de bebida ingerida en cc. (¡Ojo! No en Cl., como pone en la etiqueta, porque 1Cl., son 10cc.), % el porcentaje de alcohol indicado en la botella y 0,8 el coeficiente de densidad del alcohol.
Así obtenemos los siguientes resultados:

  • Cerveza: calculando que una botella de cerveza tenga 5% y 330cc., su peso de alcohol sería de 13,2 grs., y por tanto 93,72 Kcal. (en realidad están entre las 100 Kcal. y las 150 Kcal., según el tipo y melazas que contenga, pero hablamos de las Kcal. que aporta el alcohol).
  • Vino: calculando que su grado sea de 14%, una botella de ¾, nos daría un peso de 84 grs. de alcohol y 596,40 Kcal. (en realidad están entre las 750 Kcal. y las 1.000 Kcal., sin contar los dulces que pueden sobrepasar las 2.000 Kcal.). La dosis habitual de una copa es 1/6 de botella, así que podemos hablar de 14 grs. de alcohol y 99,40 Kcal./copa.
  • Destilados: los destilados en España suelen tener tienen 40% y las botellas 70Cl, así que podemos calcular 224 grs./botella, y 1.590,40 Kcal./botella. Contando con que una copa supone 1/9 de botella, obtendríamos que una copa tiene 24,88 grs. de alcohol y por tanto 176,70 Kcal.

Tablilla de cálculo rápido 

Para que cada paciente pueda llevar a cabo sus cálculos de forma más sencilla, exponemos el baremo establecido de forma más simplificada. Para medir las calorías, basta con multiplicar por 7 los grs. de alcohol.

  • Cerveza: 13,20 grs. [93,72 Kcal.] /botella de 33occ..
  • Vino: 14 grs. [99,40 Kcal.] /copa y 84 grs. [596,40 Kcal.] /botella de 750cc.
  • Copa de destilado: 24,88 grs. [176,70 Kcal.]

Baremo alcoholimétrico de Fabré-Iglesias 

En nuestra extraordinaria y revolucionaria escala, el Alcoholímetro de Fabré-Iglesias, calculamos la ingesta diaria y la clasificamos en 10 niveles, que van desde el 0 absoluto, hasta el desmadre total: 

  • - Nivel 0: Abstinencia total: 0 grs. de alcohol
  • - Nivel 1: Abstinencia  moderada: 1 cerveza y 1 copa de vino: ≤ 27 grs. =  192 Kcal.
  • - Nivel 2: Abstinencia parcial: 2 cervezas y 2 copas de vino: ≤  54 grs. =  383 Kcal.
  • - Nivel 3: Consumo bajo: 3 cervezas y 4 copas de vino: ≤ 96 grs. =   682 Kcal.
  • - Nivel 4: Consumo medio: 3 cervezas y 1 botella de vino: ≤ 124 grs. =  880 Kcal.
  • - Nivel 5: Consumo elevado. 5 cervezas, 1 botella y 1 copa: ≤  175 grs. =  1.242 Kcal.
  • - Nivel 6: Consumo alto: 4 cervezas, 1 botella de vino y 3 copas: 212 grs. =  1.505 Kcal.(a partir de los 1,5 grs. de alcohol/litro de sangre, la embriaguez es notoria)
  • - Nivel 7: Consumo muy alto: 5 cervezas, 1 botellas de vino y 4 copas: 250 grs. = 1.775 Kcal.
  • - Nivel 8: Consumo excesivo: 5 cervezas, 2 botellas de vino y 6 copas: 384 grs. =  2.726 Kcal. (a partir de los 3grs. de alcohol/litro de sangre, hay riesgo de coma)
  • - Nivel 9: Desmadre: 5 cervezas, 2 botellas de vino y 10 copas: 484 grs. =  3.436 Kcal. (coma etílico)
  • - Nivel 10: Desmadre total y calamitoso: en el nivel 9, un hombre de 120Kg podría entrar en coma. A partir de ahí, al superar los 5grs./litro de sangre, ya es inminente el riesgo de muerte.

Aunque en los párrafos siguientes aportamos algunas nociones sobre el metabolismo del alcohol, me parece oportuno reseñar que desde el momento que empezamos ingerir alcohol, el cuerpo empieza a eliminarlo, por lo que estas ingestas que anotamos, no son a lo largo de todo un día si no puntuales, ya que si tomamos un par de cervezas, media botella de vino y una copa, en la comida y otro tanto en la cena, aunque las calorías ingeridas sí sean las señaladas en el nivel 6, la tasa de alcohol en sangre no alcanzará el gramo por litro de sangre (0,83 gr/l. en sangre y 0,42 mlg/l. en aire), por lo que, aunque sea punible en caso de conducir, en un hombre de 120Kg., si está acostumbrado a beber, no mostrará síntomas de embriaguez.

Efectos del alcohol en el organismoBrindis 

No se asusten que no vamos a decir eso de que alcohol mata, produce impotencia, es pecado mortal ni otras moralejas que, aún siendo ciertas en su medida, ya las conocemos de sobra y solo sirven para ahogar nuestras penas en un delicioso Glenmorangie envejecido en barrica de Oporto y agua helada de los valles asturianos, que es mejor que la escocesa.

En primer lugar el Dr. Fabré nos explica como actúa y como se elimina:

El alcohol es una sustancia hidrosoluble que se acantona en todos los tejidos del organismo, o lo que es lo mismo: cuando bebemos, si no lo metabolizásemos, nos convertiríamos en un depósito de alcohol.

La metabolización del alcohol solo se puede realizar en el hígado, concretamente en el interior de las células hepáticas (citoplasma  del hepatocito), pero con la condición que esta célula del hígado haya sintetizado y tenga a su disposición, una enzima específica para metabolizar el alcohol: la alcohol deshidrogenasa (ADH).

La producción de esta enzima es constante, pero solo a petición de la presencia de alcohol en el organismo.
El alcohol no se encuentra libre en la naturaleza, de lo que se puede deducir que esta enzima es de reciente incorporación en nuestro elenco metabólico, a partir de la domesticación y el abandono del nomadismo, lo que nos permitió construir lagares y bodegas, por ello la producción de esta enzima esta sujeta a idiosincrasia personal, al sexo y a la etnia de cada individuo.

El hígado metaboliza a una velocidad constante estimada entre 7 y 10 gramos por hora, lo que significa que si ingerimos una botella de vino (84 grs. de alcohol), nuestro organismo tardará casi diez horas en eliminarlo, tiempo durante el que ese alcohol andará paseándose libremente por nuestras células y provocando ciertos desperfectos debido a su efecto cáustico por deshidratación de las células, sobre todo en las neuronas donde su efGin Citadelleecto puede ser irreversible.

De este somero apunte se puede deducir la importancia del factor tiempo en la ingesta de alcohol y de los efectos peligrosos que se derivan del consumo compulsivo que suelen llevar a cabo algunos jóvenes, cuyo sistema de producción enzimática no está aún totalmente desarrollado.

Es muy importante también tener en cuenta la procedencia del alcohol, porque, además del efecto instantáneo de los destilados, al ser estos un producto sintetizado de otras bebidas alcohólicas, su calidad influye determinantemente en su metabolización.

El dicho popular de que no deben mezclarse bebidas porque eso produce resaca, es totalmente cierto ya que la enzima ADH en realidad tiene numerosas subunidades con actuaciones específicas aún en fase de estudio, de modo que si empezamos a consumir un tipo de alcohol, por ejemplo cerveza, nuestro cuerpo “fabricará” un determinado tipo de ADH para metabolizarlo, pero si a continuación cambiamos a vino, luego a orujo, luego ginebra, etc..., la capacidad “interpretativa” para elaborar estas ADH específicas (las enzimas pueden catalizar más de 4.000 reacciones bioquímicas distintas), se verá desbordado y el efecto deshidratante del alcohol será mucho más largo, provocando esas temibles resacas.

Patologías derivadas del abuso 

Cuando hablamos de un consumo elevado de alcohol, siempre nos hablan de la cirrosis, el coco, como cuando teníamos quince años y nuestros padres hablaban de la droga como del caballo del Apocalipsis, sin distinguir entre un porrete y la diabólica heroína.

En el caso del alcoholismo, hay que decir la verdad para que no suceda como con aquella desinformación sobre la droga, que llevó a tantos inocentes al abismo del “pico”: la cirrosis no llega como una tormenta de verano, si no que se ve venir y se puede solucionar.

La casi totalidad de enfermos cirróticos, lo son por otros motivos, o por patologías hepáticas no vinculadas al alcohol o, en las cirrosis alcohólicas, suele haber detrás un grave problema psíquico que mueve al paciente a la autodestrucción, es decir, que se trata de un suicidio más o menos lento.

Por el contrario sí hay otras patologías derivadas del consumo elevado de alcohol, que si bien no son tan espectaculares, sí pueden llevar a situaciones críticas e incluso fatales.

He aquí las más frecuentes:

  • Hígado graso: hay que diferenciar entre la esteatosis  y la esteatohepatitis alcohólica. La primera tiene diferentes etiologías, mientras que la segunda es de la tratamos  aquí. Obviamente no vamos a dar explicaciones medicas, pero sí advertir que se trata de una enfermedad perfectamente reversible, aunque si no se trata debidamente, sobre todo con una reducción drástica del consumo de alcohol, podría llegar hasta la cirrosis, aunque en casos extremos. No obstante, sin alcanzar ese punto terminal,  esta hepatopatía es grave y puede provocar otras patologías derivadas.
  • Obesidad mórbida: Esto sí que es jodido e inapelable.
  • Accidentes de circulación: Una de las mayores causas de mortandad relacionada con el alcohol son los accidentes de tráfico. Según el Ministerio del Interior, en el 40% de los accidentes de tráfico estaba presente el alcohol. Un dato apenas conocido es que en el 95% de este tipo de accidentes, también había presencia de pan, lo que, según el sistema estadístico gubernamental español,  demuestra que conducir bajo los efectos del pan es trágicamente peligroso. Por cierto, según los datos de DGT, la región donde menos accidentes se producen por consumo de alcohol es en La Rioja. Tiene coña ¿no?
  • Trastornos mentales: Se trata de un tema muy serio por lo que las frivolidades no tienen cabida, pero por lo general los trastornos psíquicos derivados del abuso de alcohol suelen venir de trastornos psíquicos que han inducido al alcoholismo. El temible Síndrome de Wernicke − Korsakoff o Encefalopatía Alcohólica, en realidad es una patología nutricional debida a una insuficiencia de tiamina (vitamina B1), que en algunos casos viene provocada por el efecto inhibidor que provoca el alcohol en la absorción de dicha vitamina. Claro que el 90% de casos de la psicosis de Korsakoff, viene provocado por la inanición o mala alimentación, como sucede con las personas que hacen huelgas de hambre. El mayor riesgo que provoca la falta de tiamina es el beriberi y la mejor fuente de Vit.B1, es la levadura de la cerveza.

Alcoholemia 

Son los niveles de alcohol en sangre en un momento determinado, el de la extracción o el del análisis alcoholimétrico en aire (el de la DGT), es decir, que si tenemos una tasa de 1,2%, significa que cada litro de nuestra sangre contiene 1,2 gramos de alcohol.

Obviamente depende directamente de la cantidad de alcohol ingerido, pero existen variables muy notables, como la envergadura del individuo, el sexo, la comida o ayuno que ha acompañado la ingestión, el tiempo o ritmo que ha durado esta, el tiempo transcurrido, etc.

De una forma un tanto doméstica, podemos calcular que la tasa de alcoholemia después de una hora de la ingesta, que podría terminarse mediante la llamada fórmula Widmark, que es sencillamente esto:

Tasa = A/mr

Siendo A, el peso de alcohol ingerido (expresado en gramos, o sea, lo del Baremo) y mr, el peso del individuo (en Kg.), multiplicado por una constante (factor de distribución del individuo) que en el hombre es de 0,7 y en la mujer de 0,6.
Conocida la tasa de alcoholemia, podemos saber en qué punto de su eliminación estaremos con el paso de las horas. Esta nueva tasa se puede calcular mediante tablas, pero depende del ritmo metabólico del individuo (a continuación los Dr. Cela y Fabré, explican estos complicados procesos), por lo que, si se trata de conducir, es mejor recurrir a un alcoholímetro de aire y dejarse de cálculos, porque a esto habría que hacer la conversión de gramos de alcohol/litro de sangre, a miligramos de alcohol/ litro de aire (realidad es una tontería porque basta dividir la de sangre por la mitad), que es lo mide la DGT, pero esta medición es completamente falsa porque participan otros parámetros en la respiración, pues lo dicho (un enjuague bucal dispararía las tasas de un alcoholímetro de aire, aunque el individuo sea totalmente abstemio).

* He de repetir que estos cálculos son solo  teóricos ya que intervienen otros múltiples factores en el mecanismo de asimilación de alcohol y su concentración en sangre, como el trabajo de la ADH que empieza a los pocos minutos de  ingerir cualquier tipo de alcohol, pero que lo hace de forma distinta en cada individuo, incluso dependiendo de si hay ingesta de alimentos, sobre proteínicos y hasta del tipo de bebida que se consuma (teóricamente son los mismos gramos de alcohol los que hay en dos cervezas, que en un whisky, pero la absorción es distinta).

Efecto calórico 

En el Baremo alcoholimétrico vemos como una ingesta media habitual en la dieta mediterránea (nivel 4), supone un aporte de casi de 1.000 Kcal., de ahí que haya personas alcoholizadas que, ingiriendo además algunas bebidas azucaradas (cubalibre, gintonic, anís, ponche...), puedan ingerir por encima de las 2.000Kcal./día, lo que supone una sensación de saciedad que les quita el apetito.

Esta es una fase extrema que puede conducir a la cirrosis en relativamente poco tiempo, dependiendo en gran medida de las facultades metabólicas del individuo (hay hombres que viven quince o veinte años, y otros que caen en apenas unos meses, sobre todo las mujeres cuyo organismo es más sensible a la destrucción celular por razones hormonales).

Sin entrar en niveles patológicos que no conciernen a este pequeño estudio, sí resulta muy ilustrativa la tablita que hemos preparado ya que, por ejemplo un individuo que hace un régimen de 1.500Kcal., que es ya una dieta muy restrictiva y adelgazamiento forzado, si consumiese una cantidad normal de alcohol (Nivel 4), sin el menor efecto visible de ebriedad, lo que sí estaría subiendo su tasa de calorías casi al doble, pasando de las 1.500Kcal., a 2.380 Kcal., lo que ya supone una dieta hipercalórica.

Esto no tiene nada que ver con incluir en la dieta una copa de vino (100 Kcal.), que no interfiere de forma notable en el computo calórico, y que sin embargo aporta ciertos nutrientes, antioxidantes, etc., muy saludables para el organismo.

Y el Dr. Fabré entra en juego:

EtanolEtanol 

El etanol o alcohol etílico (CH3-CH2OH) presenta un muy bajo peso molecular (Pm=46) por lo que es una sustancia liquida a temperatura ambiental, muy volátil  y marcadamente hidrófila, absolutamente lipófoba, por lo que se distribuye totalmente en los departamentos líquidos del cuerpo, mientras que se halla ausente en las porciones grasas de este. Primer punto relacionado con la diferencia de concentración de alcohol por sexos (el contenido de grasa en la hembra de nuestra especie es superior a la del macho).

El 95% del alcohol ingerido se mantiene en el organismo hasta que el hígado lo metaboliza en CO2 y H2O, el 5% restante se elimina a través del aire exhalado (putos G.C. y putos M. d’E.) y por la orina (alcoholuria).

Valor nutritivo: en 1902 Atwater determino y demostró que 1g. de alcohol suministra 7.1 kcal. Pero a diferencia  de lo que ocurre con otros principios inmediatos como los hidratos de carbono, tal aporte energético no se ve acompañado de un aporte nutricio, lo que da origen a la denominación de ‘calorías vacías’.

botella de whiskyLos efectos tóxicos del etanol sobre el intestino delgado dan lugar a malabsorción de diversas substancias, de entre la que destaca la tiamina (B1) folatos, vit. A y piridoxina (B6). Mal rollo, mal nutrición incrementada por problemas digestivos, incrementados por la insuficiencia pancreática secundaria adyacente a las alteraciones alcohólicas.

Absorción

El etanol por su bajo peso molecular es absorbido  lo largo de todo el tracto gastro-intestinal, de la boca al ano, pero mayormente se absorbe en el intestino delgado.

Ya en la boca se absorbe a través de la mucosa, pasando al torrente circulatorio y a través de los pulmones merced  a su elevada volatilidad.

La absorción gástrica depende de su retención en el estómago que viene regulada por las aperturas del píloro.

La enzima alcohol-deshidrogenasa (ADH), responsable de la conversión del etanol en acetaldehído, se halla a nivel gástrico y es la responsable de que, cuando la ingesta es moderada, dicho alcohol no pasa a la circulación sistémica, puesto que es oxidado a acetaldehído por el ADH gástrico  (esta actividad gástrica es menor en las hembras de nuestra especie, segundo factor de diferenciación sexual).

Metabolización

En el hepatocito, el etanol deriva a acetaldehído.

Esta oxidación  se lleva a cabo gracias a ADH presente en el citoplasma del hepatocito genéticamente competente (hay hepatocitos que no tienen ni puta idea de sintetizar la enzima mencionada).

El hidrogeno que se libera en dicha oxidación es transferido al cofactor nicotinamida adenina dinucleótido (los famosísimos NAD) que revierten en su forma reducida (NADH) la variación de la ratio NAD/NADH será la responsable de alteraciones metabólicas patógenas.

Sabemos de una manera aproximada de dos vías secundarias: El sistema de oxidación del etanol microsomal –MEOS- que sucedería en el retículo endoplasmático que se activa, hipotéticamente, en la ingesta masiva de alcohol en alcohólicos crónicos y la vía de las catalasas, enzima presente en estructuras citoplasmáticas  que precisan la presencia de peroxidasa.

Se trata de una vía  aún no establecida, solo sospechada que se utiliza H2O2.

Metabolismo del etanol y los Hidratos de Carbono

La deshidrogenasa láctica se desplaza a formación de lactato por efecto de la interferencia en la neoglucogénesis provocando el desarrollo de la acidosis metabólica observada en los alcohólicos irredentos.

Esta marcada hiperlacticidemia provoca una disminución en la excreción urinaria de ácido úrico y promueve la síntesis de colágeno, responsable de la fibrogénesis hepática, nuestra temida ¡Cirrosis!

El alcohol como ansiolítico (una vez saciados los sentidos, ¿Para que seguimos, pues?)

El principal mecanismo ansiolítico se debe a la potenciación del GABA a nivel de sus receptores, combinado con la reducción  de la recaptación de la adenosina.

El alcohol como estimulanteOvidio, Cela y yo 

Por eso, el consumo moderado (nivel 1-2) eleva los niveles de NADH, sin embargo a dosis mayores, el alcohol no tiene ese efecto, ya que inhibe la beta-oxidación como indicáis en el articulo (en la foto, de izquierda a derecha, los doctores Céspedes, Cela y el paria que se ríe).

Ya que hay un gran interés nutricional en este articulo, hecho en falta, como en todos los textos que llevo leídos, el olvidado efecto de la tiamina (Vit. B1) y las tiaminidasas o antivitaminas B1, que existen en la dieta (en mi nueva patente se hace referencia a ellas, con ejemplos y tipificándolas).

Es de notoria importancia este punto en el consumo de alcohol, ya que, como todos sabemos, la tiamina es el tratamiento del coma y otros niveles de intoxicaciones etílicas.

Los grandes consumidores de té (tiene un alto contenido en anti-B1), padecen carencias nutricionales de B1, y en numerosas dietas ricas en alimentos ricos en harinas refinadas y pobres en verduras-frutas,  entre otros detalles (me refiero particularmente a la dieta británica), NO TOLERAN EL ALCOHOL y este les induce a peligrosas neurosis (beriberi en su forma seca, aunque deberíamos decir húmeda, ja, ja...).

El alcohol, en su consumo crónico y con escaso alimento, reduce la ingesta, la absorción y aumenta el consumo de la vitamina B1, esencial para las actividades neurológicas y musculares, entre otras, y para la metabolización del alcohol a partir de la ADH y el efecto sobre la resaca y el alcohol que tan magistralmente explicáis en el articulo.

A mi parecer, la carencia de Vitamina B1 es posiblemente deficiencia nutricional más relevante en las que podríamos llamar enfermedades modernas, pero que ya son crónicas en los países occidentalizados.

Este tema podría dar lugar a una monografía en relación a las dietas tradicionales y las dietas occidentales modernas. 

Habría que preguntarse porque un grupo muy significativo de turistas ingleses, cuando visitan nuestras costas y beben cantidades ingentes de alcohol (> nivel 6), se comportan como ya sabemos ....

Yo apunto a que este mecanismo podría estar asociado con la perdida de masa muscular y distrofia muscular observada en los grandes consumidores de alcohol, particularmente en los mal alimentados (deficiencia de tiamina).

Pienso que una alimentación rica en vitamina B (sin despreciar la A, tan deficientemente peligrosa en nuestras dietas light), cambiaría los efectos patológicos que produce el alcohol en nuestro organismo.

No olvidemos las propiedades de la levadura de cerveza, posiblemente uno de los alimentos con mayores niveles de vitamina B1, aunque esté ausente en prácticamente todas las cervezas industriales, pero que todavía es elevada en algunas como la Guinness y otras tostadas alemanas, las que ofrecen esa curiosa sensación cremosa.

Bonito trabajo de investigación para el que le guste la cerveza 

El alcohol podría ser un adelgazante cuando afloran sus cualidades anti-nutriente .Si me dais a elegir, prefiero coger unos kilos de más, algo totalmente natural en nuestro diseño fisiológico, sin carencias nutricionales, particularmente en el consumo medio-alto de alcohol (> nivel 4).

Me parece relevante resaltar la importancia de la nutrición en el consumo de alcohol.

La caquexia y la distrofia muscular, inducidas por alcohol, producen el efecto opuesto al esperado en el control de peso.
También es destacado el efecto de la interacción entre alcohol y las grasas.

El etanol es un disolvente polar prótico, como el ácido acético y el agua, que se encuentra en pequeñas dosis (o no tan pequeñas), dependiendo de su consumo en los tejidos grasos produciendo etil-esteres de acidos grasos, con relevante efecto patológico en las alteraciones pancreáticas, caquexia, lipoperoxidación, etc.

En este sentido, los desperfectos del alcohol sobre las celulas, además de los producidos directamente por su efecto cáustico, que sí existe, èrp es que también actúan sobre los lípidos de las membranas.

Esta proporción lipídica es crítica en el funcionamiento celular, particularmente por el efecto de los fosfolípidos y triglicéridos en presencia de alcohol a una temperatura de 37ºC. (alcoholisis, tranesterificacion,..), técnica usada en la industria grasa para la síntesis de ácidos grasos.

Un comentario: aunque el alcohol no se encuentra prácticamente libre en la naturaleza, sí se produce en primates, entre otros, a partir de la fermentación de la glucosa procedente de la dieta, mediante las levaduras (Candida sp.) en el intestino, encontrándose entre 1000-1000.000 UFC/gramo de heces en la población sana.

No sé si lo que te he comentado aquí os sirve para ampliar vuestro magnifico Alcoholímetro Fabré-Iglesias.
Me parece un articulo divertido, culto y necesario, porque es imprescinble que se hable con claridad sobre este grave problema que es el alcohol en nuestra sociedad.

Escrito por el (actualizado: 01/10/2013)