Casa de la Ermita Petit Verdot
Bodega Casa de la Ermita
Tinto madera
D.O.: Jumilla
Publicado en el libro Asturias gastronómica, año 2005/2006. El nombre entre parentesis corresponde al restaurante donde se prepara el plato (mas información en el botón Restaurantes de Asturias).
Añada: 2002
Uvas: Petit Verdot
Crianza: Un año de barrica
Precio: 15,00.- €
Temperatura de servicio: 17º
Tinto madera
D.O.: Jumilla
Publicado en el libro Asturias gastronómica, año 2005/2006. El nombre entre parentesis corresponde al restaurante donde se prepara el plato (mas información en el botón Restaurantes de Asturias).
Añada: 2002
Uvas: Petit Verdot
Crianza: Un año de barrica
Precio: 15,00.- €
Temperatura de servicio: 17º
Con las historias de los crianza y reservas inclasificables, ya no sabemos como situar los vinos, porque sin duda este debería estar entre los grandes, aunque es en esta categoría, donde aparecen los mejores y ahí ganó este Petit Verdot la última cata de Jumilla
La verdad es que arrasó y un detalle importante, según fue olido (en cata ciega, por supuesto), se escuchó un rumor por la sala: “Este es el Petit Verdor de Casa la Ermita”, lo cual da idea de su personalidad y, sobre todo, de los marcados rasgos de esa uva tan poco habitual en España y que en Murcia puede dar mucho que hablar, tanto o más que la Monastrell y la Sirah.
Ni por asomo los bordeleses del Medoc (no he dicho bordes), a quienes la tardía maduración de esta uva les trae de cabeza y su logro supone que tal o cual cosecha sea grandiosa o por el contrario corrientita, incluidos los Châteaux Latour, Lafitte y Mouton, podían imaginar que en la lejana y maltratada Jumilla les disen sopas con honda. De hecho, en Pauillac, cada vez hay menos Petit Verdot.
Es realmente sorprendente, vivaz, mineral, especiado, floral, pero con un caracter frutal, maduro, impensable en aquellas cuencas del Garona
La verdad es que arrasó y un detalle importante, según fue olido (en cata ciega, por supuesto), se escuchó un rumor por la sala: “Este es el Petit Verdor de Casa la Ermita”, lo cual da idea de su personalidad y, sobre todo, de los marcados rasgos de esa uva tan poco habitual en España y que en Murcia puede dar mucho que hablar, tanto o más que la Monastrell y la Sirah.
Ni por asomo los bordeleses del Medoc (no he dicho bordes), a quienes la tardía maduración de esta uva les trae de cabeza y su logro supone que tal o cual cosecha sea grandiosa o por el contrario corrientita, incluidos los Châteaux Latour, Lafitte y Mouton, podían imaginar que en la lejana y maltratada Jumilla les disen sopas con honda. De hecho, en Pauillac, cada vez hay menos Petit Verdot.
Es realmente sorprendente, vivaz, mineral, especiado, floral, pero con un caracter frutal, maduro, impensable en aquellas cuencas del Garona
No se piensen que es un vinito pulido y de guante blanco, a pesar de todo lo dicho, no deja de ser un vino murciano, un vinazo, así que nada de pamplinas porque se puede llevar por delante muchos platos. Es de los vinos más caros de la carta, por lo que quizás convenga hacer el menú en torno a él y no al revés. Con platos de caza va de perlas, así que, con la cantidad de jornadas que se celebran en Asturias cada Otoño, hay donde elegir.