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Nivarius

Nivarius
 
Nivarius

Bodega Nivarius
www.nivarius.com

D.O.: Rioja
Uvas: 55% Tempranillo Blanco y 45% Viura
Crianza: 4 meses en fudres de roble francés de Normandía, de 3.500 litros
PVP: 12 €
 

 

Esto es la nueva Rioja, una bodega diseñada solo para elaborar vinos blancos donde se ha cuidado desde la situación de los viñedos, a 800 metros de altitud, con orientación norte y sobre suelos arenosos, hasta el diseño futuristas de las etiquetas de sus vinos que refleja la seriedad o la frivolidad, según sea el vino.

Han recuperado la variedad Tempranillo Blanco y en breve saldrá un monovarietal que estamos deseando probar porque será una gran novedad, aunque ya lo es este blanco que campea heroico por un campo de tintos, demostrando lo que faltaba por hacer en La Rioja y lo que puede venir de aquí en adelante.
Es un vino en que domina la fruta blanca de pepitas (pera, manzana), con rasgos cítricos, notas florales y el resultado de la crianza, un trasfondo especiado, balsámico incluso ligeramente ahumado. Un vino de altos vuelos que mejorará en botella.

Chiles en nogada 

Este es uno de los platos con más predicamento en la alta cocina mexicana, concretamente de la poblana, que disputa el liderazgo de la gastronomía de ese país con su vecina la oaxaqueña.
No esperen un plato picante, se trata de chiles verdes, poblanos, claro, con una salsa de nueces, como su propio nombre indica, pero con un abanico de matices formado por frutas, frutos secos, carne molida, etc., y coronado al final por granos de granada y hojas de menta o perejil. Un autentico festival de sabores que dicen que fue creado en Puebla por las monjas agustinas del convento de Santa Mónica en homenaje al emperador Agustín de Iturbide cuando volvía de firmar la independencia de México.

Maridaje 

No era un maridaje sencillo porque el plato se las trae y, aunque los tintos estaban descartados por la fuerza del chile verde, los blancos que probamos competían con las frutas y las hierbas aromáticas. La salsa de nata con queso fresco y nueces era otro obstáculo a superar, porque si bien no es empalagoso, sí tiene peso en boca, de modo que era necesario un vino con la suficiente acidez como para limpiar la boca y restaurar su equilibrio para proseguir con la degustación.
La llegada de este nuevo vino me pareció providencial porque en cata me había resultado muy complejo y con mucha estructura, a la vez que fresco y alegre, de modo que hicimos la prueba y el resultado superó las expectativas porque era el ejemplo ideal de lo que los franceses llaman “contrabalance”, algo así como una de cal y otra de arena, pero formando un conjunto armónico perfecto.

 

Escrito por el