Guitian

La mano mágica de dos genios de la enología española, Ana Martín y Pepe Hidalgo, hicieron posible que una uva casi abandonada, la Godello, se hiciese mundialmente famosa al arrasar este vino con todas las medallas de oro habidas y por haber en cada certamen a que se presentase.

Si las uvas Albariño dieron el pistoletazo de salida de los vinos gallegos a los mercados internacionales, la Godello fue la que subió al podio olímpico. Pero no se crean que es oro todo lo que reluce, porque en Valdeorras hay otras muchas bodegas que vinifican Godello, pero no tienen nada que ver con esta barbaridad de vino. De hecho, repito que sin la intervención del amigo Pepe Hidalgo, esta joya nunca hubiera nacido (si visitan ustedes la bodega y conocen a sus dueños, comprenderán al primer golpe de vista lo que digo).
Hay notables diferencias entre las distintas añadas, lo que demuestra que no hay trampa ni cartón, pero si encontrasen alguna botella del 99 no lo duden, ¡leña!
No acompaña cualquier cosa, de hecho puede a muchos pescados, por ejemplo con una merluza a la gallega es fracaso seguro.