Crema de hierbabuena

Yo suelo utilizar el termino menta porque engloba una veintena de especies de lamiáceas, pero como eso de decir Crema de menta iba a recordar al Pipermint que bebe el cursi de Hercules Poirot, pues lo cambié por hierbabuena, que es una menta concreta la Mentha suaveolens, y así ya hace menos corta fuegos.
En realidad es una salsa salada, poderosa, fragante, espectacular cuando se sirve sobre una patata asada, pero si le agregamos abundantes cominos, se convertirá en una salsa propia de las cocinas islámicas, deliciosa con verduras a la plancha y con pinchitos de cordero.
Se da un aire al Tzatziki (Salsa de yogur y pepino).

Elaboración 

En el vaso de la batidora, echamos la nata, encima el ajo picado como manzanilla y la menta, que hace falta que vaya tan fina, pero sí que se corte bien, es decir, con un cuchillo grande muy afilado y sin hacer presión, para evitar que nos deje los aceites esenciales en la tabla. Terminamos con un poco de comino, la pimienta recién molida, la sal y el AOVE, a ser posible en verde, de primera prensa en frío, para resulte afrutado.
Batimos con las varillas, pero sin necesidad de montar a punto de nieve, basta con que cambie de textura y deje de estar líquida pata hacerse crema.
Son sabores poderosos, pero exquisitos, hasta con un toque turco, sobre todo si usamos yogur en vez de nata.
Ya he dicho que en las patatas asadas es una delicia, pero si lo cargamos un poco más de comino, será más exótico, ideal para acompañar verduras a la brasa, brochetas de cordero, falafels, etc.