Confitura de manzanas al tamarindo

Cuando preparé mi guarnición de Manzanas confitadas, mi mayor desvelo era que las manzanas no se pasasen, porque quería conservar su forma y, en cierto modo, su estructura, pero luego pensé “Pues hechas puré tienen que servir de maravilla para acompañar plato de caza y cerdo”, así que le di un par de vueltas, como añadir un poco de pulpa de tamarindo, y leña.
¿El resultado? Pues una deliciosa confitura que hasta sirve como mermelada para el desayuno, y, sobre todo, para los quesos fuertes, y lo que he dicho, cerdo y caza.

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Elaboración 
Antes de empezar a cocinar, pelamos las manzanas, las partimos en trozos como nueces (da igual el tamaño porque se van a pasar), y los ponemos en un bol con agua y zumo de limón.
Pelamos las chalotas, las cortamos fino y las ponemos a confitar en mantequilla. Ya he dicho mil veces que no deben color, solo ponerse transparentes. Espolvoreamos con el azúcar y rehogamos bien. Incorporamos el tamarindo, removemos bien y metemos la manzana.
Debe cocerse lentamente para confitar hasta que se vaya deshaciendo. Probamos y corregimos si hace falta. Una pizca de sal, pimienta recién molida y, si está muy dulce, se corrige con zumo de limón y si no está golosa, pues ponemos más azúcar hasta dejarlo a nuestro gusto.
Si disponemos de un aplastador de patata, pisamos bien la confitura, si no, pues lo pasamos por el chino, pero no con la batidora porque pierde el color. También se pueden aplastar con un tenedor, como hice yo, que ni tengo aplastador ni chino.