Las algas, dieta del futuro
Decirle a un gallego que coma algas es algo así como pedir a un Ayatollah que se meriende un lacón con chorizo, sin embargo, como decía el verso, nunca digas de este agua no beberé, porque el camino es largo y puede apretar la sed.
Sobre todo en estos día en que el 90% de los productos que comemos vienen precocinados y no sabemos lo que contienen.
Por ejemplo ¿Sabían ustedes que la mayoría de los postres industriales: flanes, natillas, mousses, petit suisse, tartas, etc., así como los embutidos: salchichas, patés, mortadelas, galantinas, etc., están elaborados con espesantes, emulsionantes y gelificantes ficocoloides (E400, E402, E402, E403, E404, E405, E406, E406, E407), es decir, subproductos de las algas?
Por ejemplo el E406 es pura y simplemente Agar Agar.
Además en mi casa yo he visto a cierto monarca musulmán ponerse ciego de manos de cerdo, y bien acompañadas de vino de la Ribera del Duero, así que no me asombraría ver algún día a un conselleiro paciendo algas.
Sobre todo si alguna multinacional se interesa por invertir unos cuantos millones en una fábrica que, de paso, descalabre un poco más un trozo de costa.
Creo que hace algún tiempo la Consellería de pesca de la Xunta de Galicia publicó un libro sobre el tema, me imagino que bajo los auspicios del
Enrique López Veiga, un hombre formidable cuyas avanzadas ideas dieron como fruto un plan marisquero que no creo que Galicia nunca le llegue a reconocer, ni agradecer en su justa medida.
Quería solamente decirles que, a pesar de no haber incluido en este libro ninguna receta específica preparada con algas por no ser éste un producto de consumo ordinario, quizás sin embargo puede que sean éstas uno de los que tenga más futuro, no solamente por representar nuestra costa el 50% del litoral peninsular español, si no porque es el único que tiene la suficiente concentración de algas de la familia de las Laminarias, la mejor especie, como para poder realizar explotaciones industriales rentables.
De paso y para los aficionados a los experimentos gastronómicos, les apunto que todas las recetas de entrantes de este libro (excepto la empanada de pichones, las empanadillas cariocas y la de pasta fresca) se pueden complementar a la perfección con el uso de algas, añadiéndolas en sustitución de algún producto, vean la prueba en la crema de puerros.
Yo como muchas porque me encantan, lo cual no quiere decir nada porque también como otras muchas cosas capaces de revolver el estómago a la mayoría de mis lectores, sin embargo, y aunque no voy a profundizar en el tema, ya empieza a cundir el ejemplo por Galicia, incluso ya se comercializan en conserva.
Para los aficionado que quieran probar esta alternativa marina, les recomiendo que empiecen con productos preparados que venden en tiendas de dietética, he aquí una relación de las algas más comunes y su nombre en japonés que es como se suelen comercializar: Kombu (Laminaria japónica), Wakame (Undaria Pinnatifida), Nori (Porphyra), Hijiki (Hijiki fusiforme), Arame (Eisenia arborea), Nori verde (Enteromorpha y Ulva).
En el Cantábrico hay especies deliciosas que se pueden comer frescas, he aquí una relación de las más sabrosas con sus nombres científicos y populares:
- - Carrapucho, Pata de gallina (Chondrus crispus)
- - Carrasca, Ramallo de mar (Codium tomentosum)
- - Correas o cintas (Himanthalia elongata)
- - Golfo (Undaria pinnatifida)
- - Lechuga de mar, Xebra o Lavacán (Ulva rígida)
- - Soga, Toco o Faixa (Laminaria saccharina)
- - Touca (Porphyra umbilicalis)
- - Verdello o Verdin (Enteromorpha Intestinalis)
Un último consejo: en nuestras costas no hay algas tóxicas, pero si hay aguas contaminadas, es decir que si usted quiere probar diferentes sabores, puede hacerlo sin miedo, pero escoja un lugar limpio de contaminación ya que estas plantas contienen gran cantidad de agua que puede estar infectada, como la de las ostras o almejas.
Disponen de más información en Cata de algas. Si le interesa leer más sobre este tema, pinche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio.