Finca Monasterio

Este vino tiene frutas maduras en cada trago y la madera, lejos de empañarlas, las enmarca, las arropa y las realza, gracias a esas barricas nuevas de roble de Allier bien tostadas, que aportan sabores golosos de vainilla, cacao y tabaco rubio.

Es un vino carnoso, de esos que apetecen beberlo solo, pero como mantiene un precio discreto (para esa  calidad, claro), pues podemos comer con él, aunque anteponiendo al vino al plato, de ahí esta elección. 

El solomillo es la pieza más tierna pero menos sabrosa del vacuno, no digamos ya si la res es una ternerita de esas que piden las señoras en filetes, por eso necesita alguna ayudita que le levante el sabor, como una salsa de setas, de pimienta verde, o ésta, la más sencilla, porque sólo sirve para desglasar los jugos que quedan pegados en la sartén y que contienen todo el sabor de la carne.

No obstante procuren buscar una pieza de vaca, de esas que llaman buey, aunque venga de Irlanda, ya que este vino se lo merece y necesita una carne con sabor para demostrar todo su poderío.

 

Ni que decir tiene que en este caso buscamos novia para un hermoso galán y no viceversa. Tal y como indico en el prólogo, a veces nos sentamos a la mesa, pedimos esa comida deliciosa que nos prepara una dulce anfitriona, como Seri, en el Mesón de la Villa de Aranda de Duero y, en base a lo que nos vaya a servir, pedimos uno u otro vino. Pero cada vez más hacemos lo contrario. Tenemos un vino excepcionalmente bueno y lo que hay es que buscar comidas que lo ensalcen, al menos, que no le molesten. Tan enamorado quedé con este Finca Monasterio, que me fundí tres botellas en busca de una noble vianda que no le desmereciese, y al final hice esta prueba. Ni que decir tiene que funciona bien con casi todo, excepto con guisos que lleven pimentón o algo ahumado, porque esas dulces maderas se pierden. De hecho, con un entrecot a la parrilla, pierde debido al humo de las brasas. Pensé ponerlo con un queso manchego, pero me pareció un recurso demasiado fácil. Con pescados al horno, tipo besugo, está exquisito, con ese plato recomiendo otro reserva de Rioja, así que probé con esta carne suave y quedó delicioso, pero tiene muchas aplicaciones, hasta de sobremesa.