Summa Añares 95, el clasicismo de Rioja pasado por el tamiz de la modernidad
Bodegas Olarra es una de esas que, sin ser una clásica (fue fundada en 1973), se comporta como si lo fuera. Elabora vinos en la linea de las grandes bodegas, con un carácter muy marcado y planteamientos puramente comerciales.
Con este tinto reserva se ha puesto en linea con la modernidad (sobre todo en el precio, casi mil duros) y presenta un carácter frutal que no oculta los ribetes de crianza en madera durante catorce meses.
Sin renunciar a sus señas de identidad, ofrece aromas potentes y especiados, como de compota y torrefactos. Su sabor es suave, con unos taninos apreciables pero no agresivos que se han pulido en la botella, especiado y un tanto persistente.
Esta bodega no tiene viñedos propios, así que las tres variedades de uva: Tempranillo, Mazuelo y Graciano, proceden de compra a agricultores vecinos.
Acompaña bien a los guisos de carne, las aves salvajes y las tarjetas Visa Oro.