Mango chutney

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Hace unos días quise comprar un tarrito de esta salsa, confitura o como se quiera denominar. Los precios eran más que razonables, entre 5 y 6€, pero aquí viene lo bueno, pretenden cobrar entre 15€ y 20€. Qué vergüenza.
El mango chutney se hizo popular en la Francia e Inglaterra del siglo XVI. Al principio, que nadie sabe datar, se preparaba poniendo al sol las frutas peladas, picadas y pisadas, hasta que, al cabo de varios días, fermentaba un poco y cambiaba su sabor.
El nombre viene del hindi “chatni”, que significa aplastar, de modo que se puede hacer con mango, pero también con cualquier otra fruta, incluso con algunas hortalizas.
En la India, se come con todo, hasta simplemente sobre una oblea de papadum, y en Inglaterra, lo ponen para acompañar carnes y algún queso (con Stilton sabe delicioso).

Elaboración 
Pelamos el mago y lo cortamos en daditos.
Cortamos el pimiento en trocitos pequeños.
Pelamos el jengibre y lo cortamos fino en tiritas. 
En una sartén antiadherente, ponemos el aceite de coco, se pone a calentar y ponemos a freír el pimiento y el jengibre.
Cuando veamos que está blandito, espolvoreamos con el azúcar y dejamos que se funda.
Ponemos el mango pelado y cortado en dados, la pimienta recién molida, el cardamomo y rociamos con el vinagre.
Ya es cuestión de cocer lentamente hasta que quede como una confitura.
Se deja enfriar y vertemos en un tarro de cristal y cierre hermético, que guardaremos en la nevera, hasta dos semanas.